Perros y gatos pueden sufrir eventos de estrés durante una emergencia, lo cual puede complicar la evacuación. Por ello, autoridades buscarán hacer pedagogía.
Foto: Foter.com
Ya está listo el simulacro de evacuación previsto para este 24 de octubre, con el propósito de poner a prueba a funcionarios públicos y empleados de las empresas privadas para saber cómo reaccionan a situaciones de emergencia.
Ya está listo el simulacro de evacuación previsto para este 24 de octubre, con el propósito de poner a prueba a funcionarios públicos y empleados de las empresas privadas para saber cómo reaccionan a situaciones de emergencia.
Según el Distrito, ya son más de 241 empresas privadas, 1.290 entidades públicas distritales, 409 entidades públicas nacionales, 713 colegios, 55 universidades, 476 jardines infantiles, 396 conjuntos residenciales, que se han inscrito para participar en el ejercicio.
Aunque la actividad se hace cada año, en la misma temporada del año, la novedad de esta edición se promoverá por primera vez la participación de las mascotas. El Instituto Distrital de Protección Animal reconoce que muchas personas no saben qué hacer con su perro o su gato en caso de alguna emergencia como un terremoto o un incendio.
“Les queremos enseñar a las personas cómo hacer un kit de emergencias para ellos, todo el proceso de evacuación y cómo tenerlos en cuenta”, señaló Clara Lucía Sandoval, directora del IDPYBA.
Por ejemplo, una de las dificultades que se puede presentar en un evento real de catástrofe natural es que las mascotas no actúan de manera normal y tienden a esconderse en sitios apartados de la vivienda porque su nivel de estrés aumenta. Por eso la entidad cree que el simulacro es un buen escenario para enseñar a los propietarios de los animales.
Algunos de los consejos que han dado los expertos del IDPYBA al respecto son:
• Asignar responsabilidades a cada miembro de la familia respecto a los animales de compañía: quién se encarga de su kit de emergencia, etc.
• Los gatos deben ser familiarizados con sus guacales y acostumbrados a entrar y salir de ellos para no perder tiempo valioso frente a una emergencia.
• Identificar lugares como puntos de encuentro con los demás miembros del edificio, conjunto o barrio, para que la comunidad pueda reunirse con sus animales de compañía.