Decenas de personas se concentraron en la Anla para pedirle que se prohíba la ejecución de un proyecto de la Empresa de Energía de Bogotá que afectaría la Reserva Forestal de la Cuenca Alta del Río Bogotá.
Desde varios municipios de Cundinamarca, como Subachoque y Madrid, llegaron múltiples familias hasta las instalaciones de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, preocupadas por las consecuencias ambientales que tendría la línea de transmisión eléctrica del proyecto UPME Chivor II-Norte-Bacatá, que busca mejorar la confiabilidad del suministro de energía en el centro del país.
El problema, según han denunciado la Personería de Subachoque y varios ambientalistas es que si la Anla otorga la licencia para la línea de transmisión, tal cual la plantea la Empresa de Energía de Bogotá, habría que sustraer una porción de la reserva que funciona como conectora de 47 áreas protegidas, generadora de agua para el uso doméstico y comercial del cual dependen directamente más de 30.000 personas e indirectamente los aproximadamente 9 millones de habitantes de la ciudad de Bogotá y de la región.
Foto: cortesía Luis Fernando Acosta
“La preocupación es que afecta unos nacederos de agua y la fauna que hay como armadillos y orugas que habitan en la reserva y que precisamente por eso la delimitaron… ahora nos van a pasar un proyecto energético que puede afectar muchísimo más la reserva”, aseguró Luis Eduardo Torres, líder del plantón al frente de la Autoridad.
Pero además Torres dice que muy pronto será tarde para evitar esos impactos pues asegura que la sustracción ya comenzó por lo menos desde lo legal, “Ya comenzaron los trámites para quitar la porción de la reserva y que incluso ya han comprado predios cerca a la mismos”.
Incluso la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca le ha dado la razón a la comunidad y en concepto técnico expedido en octubre de 2014 advirtió que “se puede observar que esta ruta es la que afecta en mayor proporción el área de la reserva (46 por ciento)... Si bien es cierto en cuanto a los aspectos socioeconómicos esta ruta representa los menores valores, no se constituye la ruta más apropiada en términos ambientales”.
La empresa se ha defendido durante los últimos años y ha alegado que desde el punto de vista ambiental y socioeconómico en las comunidades del área de influencia el impacto será mínimo, "esto debido a que nuestro proyecto es aéreo, no está en su mayoría en el suelo y después de ubicar la torre, la naturaleza convive con ella, incluso se pueden realizar actividades de agricultura y ganadería tal y como hasta ahora se ha hecho en varios municipios de la zona", puntualizó Victor quiasúa, gerente del proyecto, en un comunicado de prensa de septiembre pasado.
Catorce6 conoció que una comisión de expertos nombrada por la comunidad de los municipios de Cundinamarca se ha reunido durante varias horas con funcionarios de la Anla para llegar a una solución. “No nos oponemos al proyecto, solo queremos que no afecte la reserva”, alegan los líderes del plantón.