Retomar fumigación desde avionetas para atacar cultivos ilícitos sería incumplir los acuerdos de paz. Tres ministros ya se le fueron encima a Nestor Humberto Martínez.

Colombia va a cumplir un año sin usar la aspersión aérea de glifosato como la estrategia principal para acabar con los cultivos ilícitos. El tema se le ha vuelto espinoso al Gobierno porque se dispararon las hectareas con matas de coca, como lo había revelado Catorce6, pasaron de 112.000 a 159.000 en los primeros siete meses de la medida.

Pero un nuevo choque de trenes se presentó en las últimas horas por el tema. Sumándose al uribismo y al procurador Alejandro Ordóñez, el fiscal Néstor Humberto Martínez le pidió al Gobierno que reversara su decisión y volviera a aplicar el químico por vía aérea.

“La transición hacia una paz estable y duradera exige que adelantemos un esfuerzo monolítico para erradicar el flagelo de los cultivos ilícitos que, junto con el tráfico ilegal de estupefacientes, constituye la principal fuente de financiamiento de la criminalidad organizada… no solamente están aumentando las hectáreas de coca, sino la eficiencia productiva de los cultivos”, advirtió Martínez en la carta que le envió al ministro de Justicia Jorge Londoño.

Foto: cortesía archivo Ecuavisa

Para el Gobierno el problema no es solo el dar reversa a la decisión por la falta de resultados, sino que podría afectar los acuerdos de paz, porque aun cuando no está explícitamente prohibida la aspersión aérea, si se acordó priorizar la erradicación manual. “El Gobierno procederá a la erradicación de cultivos de uso ilícito, priorizando la erradicación manual donde sea posible, teniendo en cuenta el respeto por los derechos humanos, el medio ambiente y el buen vivir. Las Farc-EP consideran que en cualquier caso en que haya erradicación debe ser manual”, señala el documento.

Por esa razón tres ministros se le fueron encima al fiscal y se negaron a retomar la práctica mediante avionetas. El primero en responder fue el destinatario de la carta, el ministro Londoño, quien dijo “no estar de acuerdo” con la petición del fiscal porque “en 2007 se asperjó de forma aérea con mucha intensidad y fue el año que más cultivos ilícitos hubo”, por eso cree que no sirve para nada retomar la estrategia y advirtió que jurídicamente es imposible porque la misma Corte Constitucional fue la que ordenó suspenderla.

Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente apoyó a su colega y respondió al fiscal con un “rotundo no”, por los daños que causa el glifosato en los ecosistemas: “no estamos de acuerdo con volver al pasado. Hemos sido enfáticos y lo más técnicos posible sobre las consecuencias de la fumigación aérea. Estamos de acuerdo en que su uso controlado es posible, pero acompañado de erradicación manual”.

Para terminar, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, que en su momento fue el gran abanderado de la necesidad de suspender la aspersión aérea criticó fuertemente a través de Twitter la petición del fiscal y recordó los estudios científicos que indican que el químico es probablemente cancerígeno:

- Implementación del Acuerdo Final hace innecesaria la erradicación con glifosato. Farc se comprometen a romper todo vínculo con narcotráfico.

- Artículo de 'The Lancet' concluye que el glifosato es probablemente cancerígeno

- La exposición al glifosato puede estar relacionada con la generación de linfoma no hodgkiniano, un tipo de cáncer del tejido linfático (OMS)

- En animales, el glifosato aumenta la probabilidad de carcinoma tubular renal, hemangiosarcoma, tumores en piel y adenoma pancreático (OMS).

- El Gobierno cumple una orden de la Corte Constitucional: aplicar el principio de precaución si se sospecha de riesgos por uso de glifosato.

En defensa del fiscal, como era previsible, salió el procurador general Alejandro Ordóñez, quien advirtió que él mismo había anticipado que el país iba a nadar en coca y que las cifras le están dando la razón