Jueves, 25 Abril 2024

Campesinos y autoridades se encuentran en alerta por la especie vegetal invasora que arrasa con los frailejones de algunos páramos en Colombia. Se conoce que fué introducida hace 50 años por una persona vinculada al Acueducto de Bogotá.

Introducida hace unos 50 años en el sur de la capital por un funcionario de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, el retamo espinoso se ha convertido en la nueva pesadilla de los páramos colombianos. Esta especie vegetal es originaria de las sabanas del centro de Europa y se caracteriza por ser supremamente agresiva, ya que no permite el crecimiento de ninguna otra planta debajo ni al lado de ella. Adicionalmente, es supremamente difícil de erradicar pues cada planta contiene en su interior aproximadamente 50 semillas que se esparcen en el ambiente cuando el calor hace explotar el interior de la planta donde se encuentran resguardadas.

Retamo espinosoFoto tomada de naturalezayvida.blogia.com

Además de ser agresiva y de difícil erradicación, el retamo espinoso posee aceite en sus semillas, factor que las convierte en una latente amenaza frente a incendios forestales como los que se han presentado numerosas veces en los cerros orientales de Bogotá, donde ya se encuentra presente esta especie invasora.

Sin embargo, el tema de mayor preocupación para campesinos a las afueras de la capital y para las respectivas autoridades ambientales, es que el retamo espinoso ha ido devorando poco a poco a los frailejones de los páramos que abastecen de agua a la ciudad. El frailejón es conocido por su increíble capacidad de absorber el agua de la neblina y conservarla para alimentar al ecosistema andino. Ahora, las espinosas ramas del retamo se han ido apoderando de su territorio, ahogando de a poco a los frailejones que crecen tan sólo 1 centímetro por año.

ParamoFoto tomada de agenciadenoticias.unal.edu.co

Según un informe de Noticias Caracol, campesinos de la zona de Usme y del embalse La Regadera han reportado que sus intentos por erradicar al retamo espinoso han sido fallidos; desde aceite quemado, hasta medidas extremas como el uso de glifosato, han sido esfuerzos en vano para tratar de salvar al frailejón de esta especie invasora europea. Al respecto, autoridades locales como la Secretaría Distrital de Ambiente, el Jardín Botánico y la Empresa de Acueducto de Bogotá, han unido esfuerzos para iniciar una restauración ecológica que hasta el momento no ha dado resultado. Por ahora las autoridades continúan con su plan de acción, evaluando nuevas alternativas para evitar lo que seria una terrible pérdida de biodiversidad en uno de los ecosistemas más característicos y especiales de los países andinos.

Fuentes: Caracol, Ecofondo.

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