Viernes, 19 Abril 2024

Una población de 24 familias campesinas cocina con excrementos de animales, gracias a la instalación de un biodigestor que los convierte en gas combustible.

La innovación minimiza el consumo de leña evitando la degradación del monte, disminuye la contaminación de los vectores (mosquitos) que afectan a personas y animales —el abono de las vacas es muy contaminante— y, por último, se busca que el agua tratada pueda reutilizarse para el sistema de riego destinado a los campos de la colonia.

El Ministerio de Industria de ese país aseguró que el artefacto puede instalarse en cualquier zona. El proyecto fue desarrollado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial de Argentina, con la participación de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y es financiado por la Subsecretaría de Desarrollo, Ciencia y Tecnología y Gestión Pública del Gobierno de la provincia de Santiago del Estero.
 

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Editorial

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