Así lo advirtió en un trabajo realizado desde el 2004 la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), que depende de la OMS.
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Los nuevos resultados de un estudio prospectivo internacional, publicado en las últimas horas en The Lancet Global Health, proporcionan evidencia sólida que indica que el uso regular de opio está asociado con un mayor riesgo de desarrollar cánceres en diferentes órganos del aparato respiratorio, digestivo, vías urinarias y el sistema nervioso central.
El informe que se basa en más de 10 años de seguimiento a 50.045 personas fue iniciado en el 2004 por el Instituto de Investigación en Enfermedades Digestivas de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, en cooperación con la IARC y con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
El estudio documentó la presencia de asociaciones dependientes de la dosis entre el uso regular de opio y una amplia gama de tipos de cáncer, incluidos los cánceres de esófago, gástrico, laríngeo, pulmón, pancreático, hígado, vejiga y cerebro.
"Hay evidencia emergente que indica posibles efectos cancerígenos del opio y sus derivados, que se clasifican como opiáceos", dijo el profesor Reza Malekzadeh, quien es el investigador principal del estudio.
“Debido a los desafíos inherentes al estudio de esta exposición, hay una escasez de estudios prospectivos sobre el uso de opio con un seguimiento a largo plazo. El Estudio de cohorte de Golestan es el único estudio prospectivo basado en la población que incluye un gran grupo de usuarios de opio a largo plazo con datos validados sobre el uso de opio. Por lo tanto, ofrece una oportunidad única para evaluar diferentes riesgos para la salud, incluido el riesgo de mortalidad y cáncer entre los consumidores habituales de opio", agregó.
El opio es un narcótico altamente adictivo que se obtiene del látex de la vaina inmadura de la planta de adormidera.
Es ampliamente utilizado con fines recreativos y para aliviar el dolor en algunas sociedades, particularmente en Asia y el norte de África.
Agregaron que en las sociedades donde prevalece el uso de opio, varios factores pueden afectar el uso de este narcótico, incluido el sexo, las características socioeconómicas y las enfermedades subyacentes.
"En este estudio, encontramos asociaciones consistentes entre el uso de opio y el riesgo de cáncer entre los consumidores de tabaco, hombres y mujeres, y personas con un nivel socioeconómico cada vez más bajo", dijo el Dr. Mahdi Sheikh, un científico postdoctoral en IARC y el primer autor del estudio.
"Además, todas las rutas de uso de opio y todos los tipos de derivados de opio utilizados por esta población mostraron asociaciones positivas con el riesgo de cáncer", dijo.
Esta agencia, con sede en la ciudad francesa de Lyon, recordó que la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estimaba en 2017 que había en el mundo 29,2 millones de usuarios de opiáceos, y que el uso inadecuado de esas sustancias causa cada año decenas de miles de muertes y pérdidas económicas de miles de millones de dólares.
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