Habitantes de varios municipios de Santurbán y académicos de los Andes iniciaron un proyecto para conocer con equipos propios el estado de las cuencas en zona de minería.
Todo comenzó gracias a una iniciativa del decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes, Juan Camilo Cárdenas, quien se tomó un año sabático para planear nuevos proyectos de investigación que pudieran beneficiar a la comunidad. En ese tiempo se enteró de la experiencia de Japón, donde los propios habitantes de Fukushima comenzaron a diseñar sensores con materiales reciclables para medir la radiación que había dejado en los ríos el accidente nuclear de 2011.
En su columna de La Silla Vacía el decano propuso, basado en ese episodio, que la gente creara sus medidores para establecer la contaminación de las cuencas, especialmente en aquellos sectores donde hay minería. De esta forma logró un premio con IBM que le permitió obtener recursos para diseñar los sensores y poner a andar el proyecto.
El Río Suratá surte de agua al Acueducto de Bucaramanga. / Foto: Cortesía Vanguardia Liberal
“Es un piloto que comenzamos en la región de Santurbán, específicamente con el Río Suratá, el cual alimenta el acueducto de Bucaramanga y aunque las facultades de Economía e Ingeniería de la Universidad de Los Andes han participado, los actores principales son los voluntarios de la comunidad, ellos son los que manejan los equipo y los que proponen en qué zonas hacer las mediciones”, le explicó a Catorce6 el asistente de la Universidad y consultor de la Cepal, Johan De Aguas.
Pero no sólo se trata de poner los sensores y ya, en el sitio se han realizado eventos pedagógicos como talleres y juegos para que la comunidad se apersone del proyecto. En ellos han participado varios actores e incluso mineros artesanales de municipios como Vetas, Califarnio y Suratá, aunque no las grandes multinacionales con actividad en la zona.
Y es que el proyecto tiene un gran potencial y podría llenar el vacío que han dejado las autoridades ambientales porque según cifras del académico, en el país sólo hay 16 inspectores de contaminación de agua para las 6.000 minas que existen y su objetivo es poder llegar a 16 inspectores por cada una de esas zonas. “Las autoridades ambientales de la zona no dan abasto para el nivel de inspección que se requiere y la idea es no esperar a que ellos consigan más inspectores, sino que lo hagamos nosotros los ciudadanos”, sostiene De Aguas.
Queda aún mucho por hacer: actualmente las mediciones no arrojan resultados tan robustos como para determinar en qué zonas hay mayor contaminación por lo que las herramientas deben permanecer un tiempo más en las cuencas, además es necesario crear un medidor específico para el mercurio y así establecer el impacto puntual de la minería.
Sin embargo el innovador proyecto avanza a toda marcha y actualmente se está implementando en el Río Teusacá en Cundinamarca, en alianza con varios colegios públicos y la empresa de acueducto.