Una falla a 5 metros bajo tierra del oleoducto Transandino, que atraviesa la zona protegida generó la mancha. Cuestionamientos de autoridades a la empresa OCENSA por falta de informacion oportuna.
/Comisión Autoridades AmbientalesEl pasado sábado 21 de julio, un grupo de ecologistas dedicados al avistamiento de aves como parte de un estudio sobre la preservación del Paujil de Pico Azul, un ave endémica que solo se encuentra en este pulmón ecológico del Magdalena Medio y el Occidente de Boyacá, evidenció una gran mancha de crudo en una extensa área de La Serranía de Las Quinchas en la vereda La Cristalina del municipio de Puerto Boyacá. Sorprendidos por esta tragedia ambiental, la documentaron con sus cámaras y celulares, para posteriormente hacer pública la denuncia a traves de redes sociales por el abogado ambientalista Camilo Altamar.
Conocido el tema, un equipo de Noticas Caracol se desplazó hasta la agreste zona, encontrandose con las primeras medidas de contingencia que adoptaba la empresa Ocensa para atender la emergencia. Al llegar al punto exacto del derrame, los comunicadores se encuentran con la negativa del personal de Ocensa y su empresa contratista Ismocol Joshi y Parko, quienes impiden de forma tajante por medio de efectivos del batallón de Infantería Batalla de Bárbula del Ejército Nacional, el ingreso de los periodistas al punto de la emergencia, aduciendo los riesgos que generan los gases en el aire al entrar en contacto con las cámaras, o tal vez por impedir la documentacion de los daños al ecosistema.
Ante esta serie de irregularidades en el inicio del manejo de la contingencia, el pasado lunes 23 de julio, luego del primer Comité de Riesgo, las autoridades exigieron a Ocensa una respuesta clara y concreta sobre los trabajos y el origen de la falla. No obstante, la empresa manifestó que no tenían muy clara esta información, por lo que inmediatamente una comisión de las autoridades , liderada por Corpoboyacá, ANLA, Gestión del Riesgo y Alcaldía de Puerto Boyacá, ingresan por helicóptero a la zona para realizar una visita de inspección.
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/Comisión Autoridades AmbientalesEn la visita las autoridades ambientales evidencian rastros de crudo en la vegetación, el suelo y una mancha que alcanzó a llegar hasta la quebrada La Cristalina por lo que el Alcalde de Puerto Boyacá, Oscar Botero Álzate prendío las alarmas. Exigió con urgencia un estudio al agua de la quebrada para determinar la presencia de material contaminante al tiempo que se decretó por 30 días la prohibición de turismo ecológico en la zona, mientras se adelantan los trabajos de contención.
Por su parte, Corpoboyacá exigió las instalaciones de más barreras físicas y subterráneas, para descartar filtraciones de crudo al subsuelo.
Ante estas exigencias de las autoridades y la presión ejercida por los medios de comunicación, Ocensa emitió un comunicado en la tarde del martes 24 de julio, donde confirman que encontraron una falla atípica en una válvula ubicada a cinco metros bajo tierra, en una zona de pendiente la cual es de difícil acceso, lo que pudo generar la fuga. Trabajan a toda marcha con más de 100 hombres para poder repararla; de esta manera, buscan restablecer el bombeo del crudo que está suspendido desde el 21 de julio lo que según ellos, les está generando millonarias pérdidas.
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/Comisión Autoridades AmbientalesEn una conversación telefónica con la Gerente de Comunicaciones de Ocensa, María Fernanda Márquez, informó sobre el inconveniente presentado con los periodistas, que Ocensa no restringe el acceso a la zona a ningún tipo de persona. Paradójicamente, en una visita realizada por el Concejal de Puerto Boyacá Robinson Montoya del Partido Verde y quien representa a esta comunidad, realizó una visita para exigir explicaciones sobre la emergencia pero fue abordado por un abogado de Ocensa, quien argumentando que era una zona delimitada y de riesgo, le impidió el acceso a la válvula de la fuga, hecho que quedo grabado en vídeo y rechazado por el edil.
En el año 2008 la Corporación Autónoma de Boyacá - Corpoboyacá, declaró 22,300 hectáreas de las 50,000, como protegidas por su alta riqueza hídrica así como de fauna y flora; desde entonces, allí no se pueden realizar explotaciones mineras, agrícolas ni de hidrocarburos, pero curiosamente a La Serranía de Las Quinchas la atraviesan varios tubos con petróleo y gas, ya que estas línea fueron construidas en el año 1994, mucho antes de la declaratoria de área protegida.
Se espera que Ocensa responda por los pasivos ambientales que deja esta emergencia y entregue un informe detallado de esta situación que aniquila uno de los recursos naturales más importantes del país.
/Comisión Autoridades Ambientales
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