Según testigos, las labores de captura se estarían realizando con arpones, lo que pone en riesgo los arrecifes de la zona. Las autoridades anunciaron una investigación.
La zona donde se estarían realizando las labores de pesca es la conocida como ‘Little reef´ ubicada dentro de la reserva ‘Seaflower’ la cual se encuentra categorizada como zona de conservación protegida por el Estado y en la cual no se pueden adelantar este tipo de labores.
La denuncia fue hecha por turistas y otros pescadores quienes aseguran que para capturar los peces se estarían usando arpones, lo cual representa un peligro para otras especies.
Las labores de pesca se estarían llevando a cabo en la zona de 'Little reef', ubicada dentro de la reserva marina Seaflower /Crédito: Diario El Isleño
“Hemos recibido los reportes por parte de algunos turistas que realizaban paseos recreativos y de algunos amigos pescadores. Incluso contamos con una serie de evidencias fotográficas de las cuales estamos tratando de establecer su veracidad y en su defecto su antigüedad. Nos preocupa porque es una zona en la que no se puede pescar por ser área protegida. Además nos preocupa que se estén usando arpones. Estos se lanzan a gran velocidad para atravesar los peces pero en ese mismo proceso pueden afectar otras especies como pulpos, moluscos y por supuesto los corales. La petición que hacemos a las autoridades es investigar para evitar que esto siga pasando”, expresó Allan Jhonson, biólogo de la corporación ‘Coralina’, encargada del cuidado ambiental de la reserva.
Según Jhonson, los pescadores se sienten atraídos por las especies exóticas que residen en los arrecifes y las cuales se pueden vender al consumidor a un mayor precio. “En esta área tenemos langostas, peces payaso, peces loro, entre otros. Permitir que esta pesca continúe sería un claro peligro para el ecosistema ya que nos podría ocasionar un retroceso en materia natural. Muchas de estas especies estuvieron alejadas del archipiélago durante años precisamente por la pesca indiscriminada. Desde que se iniciaron los controles, se han podido ver nuevamente y no podemos permitir que ese desarrollo se dañe”, agregó.
Por su parte, la Policía de San Andrés anunció mayores patrullajes y advirtió sobre las consecuencias para quienes se atrevan a pescar dentro de la reserva. “Se intensificarán los monitoreos entre 3 y 5 veces al día, incluyendo las horas de la noche y quien sea capturado será puesto a disposición de las autoridades competentes para su judicialización”, expresó el Coronel Jorge Mendoza, Comandante de la Policía del Archipiélago.
La denuncia fue hecha por turistas y otros pescadores quienes aseguran que para capturar los peces se estarían usando arpones, lo cual representa un peligro para otras especies.

“Hemos recibido los reportes por parte de algunos turistas que realizaban paseos recreativos y de algunos amigos pescadores. Incluso contamos con una serie de evidencias fotográficas de las cuales estamos tratando de establecer su veracidad y en su defecto su antigüedad. Nos preocupa porque es una zona en la que no se puede pescar por ser área protegida. Además nos preocupa que se estén usando arpones. Estos se lanzan a gran velocidad para atravesar los peces pero en ese mismo proceso pueden afectar otras especies como pulpos, moluscos y por supuesto los corales. La petición que hacemos a las autoridades es investigar para evitar que esto siga pasando”, expresó Allan Jhonson, biólogo de la corporación ‘Coralina’, encargada del cuidado ambiental de la reserva.
Según Jhonson, los pescadores se sienten atraídos por las especies exóticas que residen en los arrecifes y las cuales se pueden vender al consumidor a un mayor precio. “En esta área tenemos langostas, peces payaso, peces loro, entre otros. Permitir que esta pesca continúe sería un claro peligro para el ecosistema ya que nos podría ocasionar un retroceso en materia natural. Muchas de estas especies estuvieron alejadas del archipiélago durante años precisamente por la pesca indiscriminada. Desde que se iniciaron los controles, se han podido ver nuevamente y no podemos permitir que ese desarrollo se dañe”, agregó.
Por su parte, la Policía de San Andrés anunció mayores patrullajes y advirtió sobre las consecuencias para quienes se atrevan a pescar dentro de la reserva. “Se intensificarán los monitoreos entre 3 y 5 veces al día, incluyendo las horas de la noche y quien sea capturado será puesto a disposición de las autoridades competentes para su judicialización”, expresó el Coronel Jorge Mendoza, Comandante de la Policía del Archipiélago.