Viernes, 19 Abril 2024
Investigaciones internacionales y operativos policiales en todos los continentes dan cuenta del crecimiento de la venta ilegal de especies.
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Uno de los informes más completos sobre tráfico animal ha pasado casi desapercibido entre la opinión pública. Sorprendente si se tiene en cuenta la rigurosidad de la investigación y la gravedad de su denuncia. Se trata de las cifras del cibercrimen pero enfocado en aquel que perjudica a la vida animal y natural. “Wild Life Cybercrime” es el nombre del documento elaborado por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW en inglés).

Históricamente, el comercio ilegal de vida silvestre se producía en entornos tradicionales sin conexión, pero Internet ha brindado nuevas oportunidades a los traficantes para llegar a un impresionante mercado virtual donde las posibilidades de detección son bajas y las ganancias de la venta de vida salvaje en peligro puede ser extremadamente alta.
Las cifras son muy alarmantes, sobre todo si se tiene en cuenta que el estudio se centra en 4 países – Francia, Alemania, Rusia y Reino Unido – que terminan siendo la punta del iceberg de un negocio que llega a cada rincón del mundo.

Los investigadores de IFAW registraron 11.772 especies silvestres en peligro de extinción o amenazados que estaban siendo ofrecidos a través de 5.381 anuncios y publicaciones en 106 mercados en línea. Lo llamativo es que todos estos resultados se dieron en un análisis de solo 6 semanas y si todas esas especies fueran vendidas producirían un resultado ilegal de US $ 3’942.329.

Los reptiles fueron los más identificados dentro de este mercado negro de la WWW. Las tortugas cerca del 45% de las muestras y un 11%estaba relacionado con el aprovechamiento del marfil. Un total de 80% de los especímenes fueron animales vivos, demostrando la popularidad de poseer animales exóticos tales como tortugas, loros, búhos, primates e incluso grandes felinos, como mascotas.

En redes sociales también hay hallazgos importantes: Una investigación de la Comisión de Justicia de Vida Silvestre en Vietnam descubrió una red criminal usando Facebook y WeChat como parte de sus operaciones para vender productos ilegales de vida silvestre que dejarían ganancias ilícitas de unos US$ 53.1 millones. Facebook alojó 165 anuncios contados en ese estudio e Instagram albergó 110 publicaciones adicionales. Aunque vale la pena resaltar que esas plataformas han iniciado trabajos para bloquear todo este tipo de contenidos.

Incluso la situación llevó a que, en marzo de este año, 21 plataformas de comercio electrónico y redes sociales en colaboración con WWF e IFAW conformarán la primera Coalición Mundial para eliminar el tráfico de vida silvestre en línea. Como miembros de esta coalición, las empresas de tecnología se comprometieron a trabajar juntas para reducir colectivamente el delito en un 80% para 2020.

Y es que el problema no solo refiere a la comercialización de especies silvestres. En la web también se encuentran miles de anuncios en los que se venden animales domésticos como perros, gatos o conejos, de los cuales existen denuncias por tratos crueles en su crianza e incluso de que son abandonados en la calle cuando alcanzan una edad que dificulta su venta.

Por ejemplo en México, una petición a través de Change.org alcanzó casi 50.000 firmas digitales para que se legislara prohibiendo la venta de estas mascotas a través de Mercado Libre y otras páginas, toda vez que no se puede “tener una manera de supervisar aquellos ‘criadores’ de perros que dedican su vida a lucrar con la vida de los cachorritos, cada vez que compramos un perro (o cualquier otro animal) no podemos tener la certeza de que se les trató de la manera más digna posible”, dice Daniel Yañez, líder de la iniciativa.

Un problema mayor: la Deep web


Conocida como la internet profunda, se trata de un sitio que podría ser el cuerpo del iceberg en internet. Está llena de contenido criminal y solo puede ser usada con algunos requerimientos específicos de sistema y herramientas como TOR que contiene los buscadores de esos sitios ocultos.

Es sin duda un hueso más duro de roer porque su contenido puede ser 500 veces más grande que el de la internet tradicional y el anonimato de sus usuarios ha permitido que a través de ella se encuentren cosas tan aberrantes como ventas de partes humanas, armas, drogas y menores de edad para ser sometidos a prostitución.

A mitad del año pasado se conoció una investigación oficial de Interpol en la que identificaba decenas de anuncios con ofrecimientos de partes de animales protegidos. Los expertos del organismo internacional comprobaron el uso de la Deep web para vender productos como cuernos de rinocerontes, marfil de elefantes y partes de tigres.

Adicionalmente se pudo comprobar que la mayoría de las transacciones por animales, o sus partes, se efectuaron a través de las famosas criptomonedas, especialmente del bitcoin.

“Estos canales de comercialización ofrecen más anonimato y es mucho más fácil venderlos a un mercado global más amplio. Por eso el tipo de vida silvestre que más se comercia es el marfil de elefantes, conchas de tortugas marinas, sus huevos y los pangolines que son los animales más traficados del mundo”, advierte el director de Crimen de Vida Silvestre y Tráfico de WWF, Crawford Allan

Mafias transnacionales aprovechan la web

A mitad de año se cumplió una de las operaciones internacionales más grandes de la historia contra el comercio ilegal de vida silvestre y madera. Bajo el nombre ‘Thunderstorm’ el operativo involucró a agencias de policía, aduanas, fronteras, autoridades de medioambiente, vida silvestre y forestales de 92 países y resultó en incautaciones por millones de dólares.

Hasta esa fecha se lograron 1.974 decomisos y la identificación de unos 1.400 sospechosos, lo que desencadenó arrestos e investigaciones en todo el mundo. Se prevén nuevas detenciones y enjuiciamientos a medida que se desarrollen las investigaciones en curso.

En la operación se incautaron, en todo el mundo, ocho toneladas de escamas de pangolín y en España, la Guardia Civil llevó a cabo 13.146 inspecciones realizadas en envíos de paquetería, equipajes y comercio ilegal a través de la web, principalmente.

Ya en febrero, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en España había frustrado la venta ilegal por Internet de seis primates, cinco titíes comunes y un tití manos rubias, cuyo valor superaba los 12.500 euros.

¿Y en Colombia?


La cifra más reciente la compartió el Ministerio de Ambiente en diciembre pasado cuando entregó un balance de 23.605 ejemplares animales y 246.320 de plantas que fueron incautadas en todo el país por el delito de tráfico ilegal.

“Durante los meses de diciembre, enero, junio y julio, así como en Semana Santa, el tráfico ilegal de fauna silvestre aumenta, debido a que residentes de las grandes ciudades visitan las regiones de amplia distribución de especies y pretenden regresar a sus casas con una ‘mascota diferente’, llevando consigo loros, perezosos, micos y otras especies de interés para la biodiversidad”, expresó a través de un comunicado el Ministerio de Ambiente en su momento.

Aunque no hay cifras concretas de la magnitud que ha tomado el tráfico a través de medios digitales, una búsqueda simple a través de los navegadores más populares permite encontrar la venta de cientos de especies silvestres, como se pudo constatar en un rastreo realizado por esta revista.

En uno de los sitios, los interesados en tener como mascotas a estas especies pueden publicar su búsqueda y dejar los números de contacto, e incluso publican fotos de ejemplares que han tenido con anterioridad. (Aquí Foto 11 clasificados internet colombia).

En otros sitios se encuentran monos Tití por los que se piden hasta 400 dólares y cuya venta está referenciada en Bogotá. También se pueden ubicar ventas clandestinas de objetos hechos con el caparazón de tortugas carey que están en situación de amenaza, actualmente en el país.

Ya en septiembre del año pasado la Policía Ambiental de Cali y la Dirección de Servicios Especiales de la Policía Nacional denunciaron el hallazgo de ventas a través de Internet, Facebook y catálogos digitales de quienes comercializan mascotas de manera ilegal para tratar de evitar las sanciones contempladas en el reciente Código Nacional de Policía.

“La Policía Ambiental ha tratado de controlar este comercio ilegal y se hacen operativos constantes, no solo nosotros sino con ayuda de las patrullas del cuadrante. Ahora lo que hacen es usar catálogos y redes sociales para la venta de animales y así tratan de evitar las multas”, concluyó el intendente Jorge Eliécer Zorrilla, comandante de la Policía Ambiental de Cali.
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