Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro contaron este año con la entrega, por primera vez, del Laurel Olímpico, un reconocimiento que darán a los deportistas que contribuyan a la paz y el desarrollo en sus países.
Precisamente, para la entrega de tan noble premio, la organización decidió que el oro en el que iba a ser fundida la estatuilla debía tener un sello de sostenibilidad, para lo que fueron elegidas dos comunidades artesanales: una de Colombia y otra de Perú. Estas fueron elegidos a través de la fundación Alianza por la Minería Responsable (ARM), los cuales promueven la certificación Fairmined, para acreditar y capacitar a pequeñas comunidades en la obtención sostenible de minerales como el oro.
El keniano Kip Keino al momento de recibir la estatuilla que fue realizada con oro obtenido de manera artesanal. / Foto: Univisión
Patrick Schein, miembro de ARM, destacó cómo el mundo fue testigo de los resultados que puede dar un oro que ha contribuido a un desarrollo humano sostenible. “Esta victoria de los mineros artesanales muestra al mundo que el oro artesanal puede ser responsable y que por las manos de los mineros es posible generar innovación que beneficia no solamente a los mineros, sino también a sus comunidades”, comentó el directivo.
El trofeo le fue entregado al deportista keniano Kip Keino, a quien le entregaron una piedra en oro que replicaba una de las populares figuras utilizadas en la antigua Olimpia, lugar en el que nacieron los Juegos Olímpicos.