Hace siete años campesinos paneleros en Dagua, Valle del Cauca, decidieron minimizar el impacto ambiental que producían 13 trapiches artesanales con la quema de llantas. Hoy cuentan con sello Invima.
Era común ver, en el corregimiento de Atuncela del municipio de Dagua, cómo los 13 trapiches se valían de la quema de llantas y tala de árboles para realizar su proceso de producción. Con eso generaban emisiones nocivas para la atmósfera y afectaban la calidad del aire de sus habitantes, todo esto sumado a problemas de vertimientos y bajo rendimiento. Por eso hace siete años, 48 familias productoras de panela, con apoyo institucional, construyeron el primer trapiche comunitario amigable con el ambiente en el Valle del Cauca.
El 75% de la panela que se produzca en el trapiche será comercializado por Fundemerca. / Fotos Cortesía CVC.
El trapiche, que fue inaugurado el pasado fin de semana, cuenta con características modernas acordes con los estándares del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y tiene una capacidad de producción de dos toneladas de panela al día. Está ubicado en el Orobioma Azonal, un sector de importancia ambiental luego de ser declarado, en el 2008, como Distrito de Manejo Integrado (DMI) de Atuncela por parte de la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC).
“Aquí no se va a incrementar la frontera agrícola, solamente van a existir las 79 hectáreas de siembra de caña, las cuales se van producir de manera agroecológica. Además, la caña que será utilizada para la producción de panela, está siendo revisada de manera exhaustiva, con el fin de que este insumo sea de primera calidad cuando llegue al trapiche”, asegura Jefferson Orejuela, profesional de la CVC. El trapiche tiene áreas de recepción de la caña, de molienda, hornilla, almacenamiento, plantas de tratamiento de aguas residuales y sistema de potabilización de agua.
El proyecto contó con una inversión de $1.475 millones aportados por la Asociación de Paneleros de Atuncela (Aspat), la CVC, la Gobernación del Valle de Cauca, el Ministerio de Agricultura, Fedepanela, Cetec, entre otros.
Durante la inauguración del trapiche Luis Alfonso Tello Moreno, representante legal de Aspat, indicó que ahora los pequeños productores tienen una nueva conciencia para trabajar en la conservación a través de la producción sostenible.
“Hace siete años comenzamos a soñar esta idea y hoy es una realidad, en la actualidad todo el mundo habla de paz y posconflicto y nosotros le estamos apostando a ello, gracias a todas las instituciones que hicieron posible este sueño y especialmente a la CVC que, desde el principio, creyó en esta zona y en los agricultores que habitamos en ella” afirmó Tello.