Con ácidos grasos y compuestos muy similares al PH del cuerpo humano, la cosmética natural empieza a crecer en la industria cosmética.

Para el 2020, este mercado alcanzará los 5.000 millones de dólares. / Pixabay

Su gran aliado, no testear en animales y el respeto por el medio natural, resulta ser beneficioso para los consumidores, sumado a la contribución que hace al medio ambiente así como que las materias primas utilizadas ayudan a sostener las economías locales.

Según la Unión Vegetariana Internacional, existen 600 millones de veganos en el mundo, que, según sus cálculos, comprarán marcas y productos amigables con el medio ambiente y los animales (muchas de ellas del sector de los cosméticos y la belleza), en un mercado que para el 2020 alcanzará los 5.000 millones de dólares. La mayoría son mujeres que están entre los 18 y los 34 años.

Para el médico Hernán Emilio Duque Romero, presidente de la Sociedad Colombiana de Dermatología Láser, la preferencia de los cosméticos bio son una muy buena opción y decisión por parte de los consumidores, toda vez que es importante para la protección del medio ambiente y la toma de conciencia del planeta que se dejará a las futuras generaciones.

Según añade el especialista, miembro activo de la Asociación Colombiana de Dermatología, los productos cosméticos ecológicos tienen menor rechazo por parte del organismo y pueden producir menos efectos secundarios en la piel, a diferencia de los cosméticos sintéticos.

Los productos naturales como tratamientos de belleza

Las propiedades naturales, utilizadas como alternativas de belleza son bastante antiguas, ya los romanos las usaban para mantener un buen aspecto en su piel, la miel era uno de esos productos que empleaban con frecuencia. Según la historia, Cleopatra se daba baños de leche de burra y se aplicaba aceite de oliva en su rostro para hidratarlo.

Tal como lo cuenta la historia, combinar productos naturales resulta favorable con la piel y la protege de factores externos, toda vez que a diferencia de la cosmética industrial, los compuestos naturales no son abrasivos ni tóxicos, por lo que las personas con piel sensible o que padecen de alergias los prefieren.

Contrario a la cosmética industrial, que tiene como principal elemento el uso de aceites y grasas derivadas del petróleo, además de compuestos antibacterianos, los cosméticos naturales son 100% libres de tóxicos.

La cosmética bio evita, según los especialistas, posibles desequilibrios en la piel como dermatitis, caspa e incluso alguna enfermedad grave como el cáncer, pues para su elaboración se destaca el uso de cultivos ecológicos y biológicos, no se utilizan herbicidas, abonos químicos, ni se permite el uso de plantas modificadas genéticamente.
También al estar los envases elaborados con materiales reciclados o al ser envases reciclables, se utiliza menos plástico y papel, por lo que sus sistemas de producción son mucho más sostenibles.

En el caso de las materias primas, Perú, Brasil y Colombia aportan el 70% de ellas para productos cosméticos y de higiene personal a nivel mundial, de acuerdo con información del Clúster Cosméticos Bogotá.

No se dejan de consumir los cosméticos sintéticos

Aunque el auge del maquillaje vegano o ecológico va en aumento, la cosmética como tal también mantiene su índice de crecimiento. Según cifras proporcionadas por la Cámara de Comercio de Bogotá, en el año 2018 se presentó un incremento de este mercado superior al 8%, al tiempo que las exportaciones se dinamizaron.

De acuerdo con un estudio adelantado por la cámara sectorial de la Andi, el mercado cosmético y de aseo tuvo en el año 2017 un crecimiento de 8,38% frente al 2016, al sumar los US$7.497 millones, según los datos de Euromonitor. En el periodo inmediatamente anterior fue de US$ 6.918 millones.

Juan Carlos Castro, director de la Cámara de la Industria Cosmética y de Aseo de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi, afirmó que “el hecho de que el tamaño de mercado crezca nos vuelve a poner otra vez interesantes en lo que tiene que ver con la atracción de inversión extranjera directa y crecimiento de la producción”. En el caso del subsector cosmético, en el que hace énfasis el análisis, sobresale que en Colombia, en el 2016, el mercado fue de US$3.120 millones, mientras que al cierre del año pasado fueron US$3.391 millones, según el departamento de Consultoría de Euromonitor International, publicado en el año 2017.
Para este año, la proyección es que sumen US$3.577 millones y que para el 2021 sean del orden de los US$ 4.171 millones.

Así las cosas, Colombia se ubica como la cuarta economía y el cuarto mercado más grande en América Latina en productos de belleza y cuidado personal. En su orden, los primeros son Brasil, México y Argentina. En contraste, Colombia es noveno en consumo per cápita con US$ 64, de acuerdo con las cifras proporcionadas por Euromonitor International y socializadas por la dirección de la Cámara de la Industria Cosmética y de Aseo de la Asociación Nacional de Empresarios, Andi.

Altas cargas de parabenos contenidos en cosméticos, pueden ser causantes de cáncer y dermatitis. / Pixabay

Normatividad

Cada vez la industria cosmética es más vigilada y supervisada por los organismos sanitarios, a fin de evitar complicaciones con los consumidores, por ello las empresas productoras de cosméticos tienen la obligación de mantener una estrecha vigilancia y control de sus procesos productivos y hacer una adecuada elección de las materias primas.

En el caso colombiano, es el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) el que ha publicado las normas relacionadas con tales productos que mencionamos en el cuadro a continuación:

Fuente: Quiminet

El triclosán podría aumentar el riesgo de cáncer de mama, además de producir resistencia a los antibióticos / Pixabay

¿Qué hacen gobiernos e industria cosmética ante lo nocivo que resultan algunos compuestos?

Ante las evidencias científicas y demandas de ciudadanos ecologistas se ha desplegado a nivel internacional una fuerte legislación en el caso particular de los microplásticos, difícilmente biodegradables.

De manera puntual, en Canadá a partir del 1 de enero de 2018, a través de la regulación canadiense Microbeads in Toiletries (Microplásticos en los productos de higiene), está prohibida la fabricación e importación de productos de cuidado personal que contengan microperlas de 5 mm o menores. La ley cubre, de este modo, los cosméticos con “enjuague”, incluida la pasta de dientes, que contienen microperlas añadidas intencionalmente y están destinados a exfoliar o limpiar el cuerpo.

Para el caso de Estados Unidos, la Microbead-Free Waters, aprobada en 2015, define del siguiente modo los microplásticos prohibidos por esta ley, así mismo, el término “microperlas de plástico” como cualquier partícula de plástico sólido que sea de: 5 milímetros o menos de tamaño, y destinado a ser utilizado para exfoliar o limpiar el cuerpo o cualquier parte del cuerpo.

En el Reino Unido, en enero del 2018 entró en vigor la ley que regula la prohibición de los microplásticos en los productos de cuidado personal en las islas británicas, en los que los microplásticos se definen como: “partícula de plástico sólido insoluble en agua de igual o menos de 5 mm en cualquier dimensión;”

Suecia prohibió a partir del 1 de julio de 2018, el uso de microplásticos en productos tales como pasta de dientes, exfoliantes corporales, exfoliantes faciales, geles de ducha, champús y acondicionadores que contienen microplásticos.

Francia, la regulación de los microplásticos se hizo mediante el Decreto n°2017-291, de 6 de marzo 2017, relativo a las condiciones para la aplicación de la prohibición de comercialización de productos cosméticos con fines de exfoliación o limpieza que comprenda partículas sólidas de plástico y palillos de plástico recubiertos de algodón en sus puntas (los copitos de algodón) entró en vigor el 1 de enero para todos los productos a excepción de los bastoncillos que serán retirados de mercado el 1 de enero de 2020.

Bélgica, en diciembre de 2017, el Gobierno se comprometió a un acuerdo con DETIC, la Asociación belga-luxemburguesa de productores y distribuidores de productos cosméticos, de limpieza y de mantenimiento, pegamentos y masillas , para que “Los miembros de DETIC se comprometan a reemplazar por completo las “microesferas de plástico” en productos cosméticos “para enjuagar” y productos orales a más tardar el 31 de diciembre de 2019. A partir de esta fecha, ningún producto cosmético podrían colocar “enjuague” y productos orales que contuvieran microperlas de plástico en el mercado belga.”.

En el caso de materias primas, Perú, Brasil y Colombia aportan el 70% de ellas para productos csométicos y de higiene personal a nivel mundial / Pixabay

Igualmente, desde las casas e industrias productoras de cosméticos ya hay una toma de conciencia por los efectos nocivos que causan en el medio ambiente y a la salud humana algunos de los componentes cosméticos, y es por esto que ya las grandes marcas se han puesto a la tarea de renovar sus productos, el ejemplo es puntual con el gigante francés L´Oréal, en donde el 76% de los productos lanzados en el año 2017 mejoraron su perfil de sostenibilidad y señalan que para el 2020 será en un 100%.

En cuanto a las altas cargas de parabenos, contenida en los cosméticos, sí se ha demostrado científicamente que son nocivos y pueden ser causantes de cáncer y dermatitis, por lo que de acuerdo con el médico Hernán Duque, las industrias están invirtiendo hoy en día más en investigación y son responsables con los pacientes, siendo fácil ya encontrar en el mercado productos libres de parabenos.

Agregó el médico que si bien algunos conservantes son necesarios para ciertos productos y su comercialización, hay evidencias recientes de que el triclosán generan ciertos daños en la salud humana y aumenta el riesgo de cáncer de mama, además de producir resistencia a los antibióticos, por lo que es mejor evitarlo.
No es una moda, es una nueva era, los consumidores cada vez demandan más productos sostenibles y amigables con el medio ambiente. Las materias primas existen y los agricultores están esperando para abastecer esos nuevos mercados.

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