Mientras que representantes de 170 países se reunieron en la sede de las Naciones Unidas para firmar y empezar a implementar los acuerdos de París, por otro lado se conoció una alerta sobre el peligro que corren los patrimonios naturales de la Tierra.
Finalmente y después de varios meses entraron en vigencia los acuerdos logrados durante la COP21 que se celebró en diciembre del año pasado y que tuvo como principal objetivo que el aumento de la temperatura no supere los 2 grados centígrados.
En Nueva York se dieron cita este viernes, a propósito del Día Mundial de La Tierra, 170 representantes del mismo número de Gobiernos para poner su firma y comenzar a cumplir los retos que se trazaron después de dos semanas de negociaciones en la capital francesa.
Durante su pronunciamiento, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, sostuvo que “el histórico pacto, junto con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tiene la capacidad de transformar el mundo” e instó a las naciones a garantizar un crecimiento económico con bajas emisiones y aumentar la resistencia al cambio climático.
Sin embargo, hay que decir que la noticia aún no es completa, pues la implementación concreta de los acuerdos comenzará cuando por lo menos 55 países que representen el 55% de las emisiones globales lo ratifiquen a nivel nacional; es decir, cuando legislen en su interior sobre el tema.
A esto se suman nuevos hallazgos científicos que han señalado que el calentamiento global sería mucho más grave de lo que se había estimado antes de la COP21. Como lo informó Catorce6 hace un par de semanas, un estudio de la Universidad de Yale en conjunto con la Nasa anticipa un crecimiento mayor a los 5 grados en las temperaturas por los cambios que las emisiones puedan generar en las nubes y que hasta la fecha no se habían contemplado (Entérese: Calentamiento global será más grave: no se había estudiado un factor clave).
Y como si fueran pocas las advertencias, la WWF Internacional publicó hoy un informe que advierte en un informe que casi la mitad de todos los sitios de patrimonio mundial natural están amenazados por actividades industriales. En por lo menos 114 de los 229, advierte la organización, hay concesiones de minería, petróleo o gas, poniendo el riesgo el suministro de agua y alimentos de más de 11 millones de personas que dependen de ellos.
Todo lo anterior pone sobre la mesa la necesidad de plantear objetivos mucho más ambiciosos que los mismos acordados en París, pero no son razón para subestimar el paso histórico que se dio hoy en Nueva York, pues nunca antes una cantidad similar de países había firmado un tratado para frenar al calentamiento global.
Mientras tanto, en dos semanas, el jefe de la ONU será co-anfitrión de la reunión de Acción por el Clima de 2016 en Washington D.C., que espera reunir a líderes y expertos de muchos campos, incluyendo el gobierno, las empresas, la sociedad civil y el mundo académico, por delante de la próxima COP en Marruecos en noviembre.
Los 4 puntos clave del acuerdo de París que cada nación debe implementar son:
● Poner en marcha más acciones de reducción de emisiones en el futuro inmediato (antes de 2020).
● Demostrar que los ciclos de revisión de cinco años pueden contribuir a incrementar la ambición en el diálogo previsto para 2018.
● Abordar la incertidumbre que surgió del Acuerdo de París sobre cómo se llevará a cabo la acción climática de manera justa y equitativa.
● Ofrecer mucha más certeza sobre la financiación del clima, por lo que habrá suficientes recursos para la transición a una economía de cero emisiones de carbono, así como a reducir/compensar los impactos ya inevitables del cambio climático.