Desde hace años son claras las consecuencias del consumo de cigarrillo para la salud, pero el medio ambiente también se ve muy perjudicado como se ha expuesto este martes en el marco del Día Mundial Contra Tabaco.
El humo de un cigarro corriente puede contener hasta 4 mil productos químicos, los cuales afectan directamente la calidad del aire, incluso varios estudios científicos han señalado, desde 2013 y hasta el año pasado, que la polución generada por esos productos es mayor que la de los automóviles impulsados por diésel.
Sólo en Bogotá, la Universidad Piloto de Colombia pudo establecer que al año se arrojan casi 95 millones de colillas, con un peso de 16 toneladas, a vías y andenes únicamente de las zonas de bares y discotecas, generando 12 veces más contaminación en las aguas residuales que cada hogar de la capital.
Ante este panorama, la Organización Mundial de la Salud ha hecho una nueva propuesta para intentar reducir el consumo de tabaco: establecer “un empaquetado neutro” de esos productos que reduzcan su atractivo hacia la población.
“El empaquetado neutro es una importante medida de reducción de la demanda que disminuye el atractivo de los productos de tabaco, restringe el uso de los paquetes de tabaco como soportes para publicitar y promover el tabaco, limita el empaquetado y etiquetado engañosos y aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias”, recomienda la OMS.
De esta iniciativa ya hay experiencias exitosas en otros países, en los cuales se basa la Organización para lanzar la propuesta a nivel mundial. Entre ellos se encuentran Australia, Irlanda, Irlanda del Norte y Francia.
Por supuesto la OMS también ha insistido en que se incremente en un 75% el valor de los impuestos a los cigarrillos como la medida más efectiva para reducir el consumo, una idea que está muy cercana a aplicarse en Colombia, como lo confirmó el propio ministro de Salud, Alejandro Gaviria, en una entrevista con la Revista Dinero.
Son alarmantes las cifras más recientes: el tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, de las que más de 5 millones son consumidores del producto y más de 600.000 son los llamados “fumadores pasivos”. Además, casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en el mundo vive en países de ingresos bajos o medios.
