La página 135 del proyecto presentado por el Gobierno contempla un nuevo cobro a los combustibles fósiles. Expertos advierten que con esa sola medida no se va a reducir su uso, habria que ademas estimular el uso de las fuentes alternas de energia y eliminar los subsidios a los combustibles fosiles.
Toda clase de polémicas ha generado la reforma tributaria estructural que el ministro de Hacienda presentó en las últimas horas ante el Congreso de la República para que sea discutido, con carácter de urgencia, antes de finalizar el año.
Uno de los puntos que ha generado reacciones encontradas es el del “Impuesto Nacional al Carbono”, que fue presentado para cumplir los compromisos que adquirió Colombia en el COP21 de reducir las emisiones de dióxido en un 20% en el año 2030. “Colombia fue uno de los países líderes con la firma de la llamada COP 21, para reducir las emisiones de dióxido de carbono… Los países en el mundo adoptan unos impuestos a esos combustibles fósiles según la cantidad de emisiones”, sostuvo en entrevista con Blu Radio el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Ministro de Hacienda y director de la Dian en la explicación de la Reforma Tributaria. /Foto: minhacienda.gov.co
El Impuesto al Carbono tendrá un cobro de acuerdo con el volumen o peso del combustible. La tarifa corresponderá a $15.000 por tonelada de CO2 y los valores de la tarifa por unidad de combustible serán los siguientes:
GLP: $95 por galón
Gasolina: $135 por galón
Keroseno y combustible jet fuel: $148 por galón
ACPM: $152 por galón
Fuel oil: $177 por galón
Por su puesto la primera preocupación que generó el impuesto dentro de la opinión pública es que se terminaría viendo reflejado en un incremento en el precio de venta final al público, especialmente en lo relacionado con la gasolina y el ACPM.
Cárdenas intentó enviar un mensaje de tranquilidad y aseguró que “el efecto sobre el precio de la gasolina es comparable al que se produce por el incremento de un mes a otro, o sea no estamos hablando de una cifra enorme, estamos hablando como algo así de 200 pesos por galón. Es decir si esto pasa en algún momento que estén cayendo los precios internacionales, lo uno puede compensar lo otro”.
Pero ahí le surgió una nueva polémica. Mediante varios trinos, el vicerrector e ingeniero de la Universidad de los Andes, Eduardo Behrentz, cuestionó la efectividad del impuesto y dijo que parece un argumento oportunista.
“En @BluRadioCo @MauricioCard dice nuevos impuestos a combustibles son para cumplir metas cambio climático. Parece argumento oportunista”. Aseguró Behrentz y explicó que “parte del argumento del Ministro es que nuevo impuesto no afecta precio final. Si eso es cierto, entonces no se reducen emisiones” y advirtió que aunque el cobro es necesario para cumplir las metas debería gravarse “especialmente el carbón”.
Por eso el experto propuso que si en Colombia se quiere un impuesto al carbono, primero “habría que desmontar todo subsidio y exención a combustibles fósiles” y advirtió que el objetivo final debe ser el incentivo de las fuentes alternas y no la ampliación de la base tributaria.