Bosques, cultivos, manglares y cobertura vegetal son las principales víctimas de graves incendios forestales que ya arrasan más de mil hectáreas en diferentes regiones. El fenómeno del niño, las altas temperaturas y la sequía son algunas de las causas para la proliferación de grandes conflagraciones. No obstante, manos criminales y quemas incontroladas promueven estas tragedias ambientales.

El Caribe, la zona Andina y Orinoquía son las regiones que se encuentran en alerta roja según el pronóstico del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). Atlántico, Bolívar, Cesar, La Guajira, Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Huila, Nariño, Norte de Santander, Quindío, Tolima, Valle y Meta son los departamentos más vulnerables.

El incendio de mayor magnitud se presentó el pasado fin de semana en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca, que arrasó 600 hectáreas de bosque y dejó cuantiosos daños materiales y ambientales. El Parque Isla de Salamanca en Magdalena, la Celia y Guática en Risaralda y Soledad en Atlántico también han reportado emergencias, controladas adecuadamente por las autoridades, mientras el municipio de Santo Tomás cerca de la ciudad de Barranquilla se encuentra amenazado.

Organismos de emergencia mantienen activos los planes de prevención para evitar que el fuego afecte a la población, hábitats y cultivos. De acuerdo con reportes de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, en lo que va corrido del año van 993 incendios forestales con un costo de más de dos mil millones de pesos en inversión para control y mitigación, con graves repercusiones en la economía del país.

Por esta razón, autoridades, gobierno e instituciones ambientales insisten en concientizar a la ciudadanía a través de iniciativas, para evitar la acción de quemas que atenten contra la estabilidad de la cobertura vegetal. También hacen un llamado urgente a denunciar ataques criminales contra la naturaleza, mientras buscan mecanismos para judicializar severamente a los responsables de estos desastres, que cada vez cobran la vida de especies de flora, fauna y destruyen irreversiblemente ecosistemas.