Algunos de los escenarios deportivos construidos para los Olímpicos serán desmantelados y sus piezas se utilizarán posteriormente para levantar escuelas y centros recreativos en otras áreas de Río de Janeiro, un concepto que los organizadores llaman ‘arquitectura nómada’.
En los últimos años, uno de los debates que más han cuestionado la sostenibilidad de los Juegos Olímpicos ha sido el de la utilización posterior de los escenarios que se construyen para las decenas de eventos deportivos. Tras extinguirse la llama olímpica, muchos centros de competencia terminan abandonados o subutilizados en contraste con las multimillonarias inversiones que representaron.
En Londres el asunto ya resonaba pero en Río de Janeiro se convirtió en prioridad de organizadores y constructores, algo que se ve reflejado en el escenario diseñado para albergar las competencias de balonmano, llamado por sus creadores “La Arena del Futuro”.
La Arena del Futuro, escenario del balón mano, será utilizada para la construcción de cuatro colegios en la ciudad de Río de Janeiro. / Fotos: Río 2016 y Paralimpic.org
El estadio fue diseñado de tal forma que al concluir los Juegos Olímpicos y Paralímpicos pueda ser desmantelado para luego construir cuatro escuelas para 2.000 estudiantes cariocas. Las escaleras y rampas prefabricadas, así como los paneles del techo y la fachada se diseñaron pensando también en su futuro uso.
“Este es un excelente ejemplo del compromiso para asegurar que los juegos dejen beneficios tangibles para la comunidad local”, dijo en declaraciones Carlos Nuzman, presidente del Comité de Río 2016.
El Estadio Acuático, que costó 38 millones de dólares, servirá para crear dos centros comunitarios de natación, uno en el parque Madureira y el otro en Campo Grande. / Foto: Río 2016
El Estadio Acuático, sede de las competencias de natación y waterpolo, también desaparecerá después de los Olímpicos y sus estructuras modulares tendrán como destino la construcción de dos centros de deportes acuáticos, uno para 6000 y otro para 3000 espectadores.
Esta es la propuesta de estructuras modulares de AECOM que permitirá desarmar el escenario deportivo y reutilizarlo en otras construcciones. / Imagen: AECOM
“No dejar elefantes blancos”, esa fue la prioridad del plan maestro para los escenarios olímpicos, así le aseguró a la revista WIRED, Bill Hanway de AECOM, firma encargada de este desarrollo. A la vez que agregó: “Estamos en un momento en los Olímpicos en el cual la responsabilidad social y financiera es mucho más importante de lo que era antes”.