Viernes, 19 Abril 2024

Por Brigitte Baptiste - Directora del Instituto Humboldt 

Los días 2, 3 y 4 de diciembre de 2013 se celebró el Diálogo Multisectorial de Medellín, con más de 60 participantes de 18 países. El evento fue patrocinado por los gobiernos de Suecia y Colombia, con el ánimo de fortalecer la agenda global de desarrollo en un momento crítico del trabajo de las Naciones Unidas al respecto, pues se cumple el plazo fijado para cumplir con las llamadas “metas del milenio”, en las cuales la consideraciones ambientales fueron muy marginales.

Los resultados del encuentro fueron presentados por el Centro de Resiliencia de Estocolmo (SRC, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt durante la reunión del Grupo Abierto de Trabajo (OWG, por sus siglas en inglés), celebrada en febrero de 2014 en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y posteriormente en diversos escenarios, con el ánimo de incitar a los países a reconocer la biodiversidad y los servicios ecosistémicos como factor fundamental del desarrollo global. Estas fueron las seis recomendaciones sintéticas hechas al foro:

  1. Se debe reconectar a la humanidad con la biósfera, entendiendo por esta toda forma de vida en la Tierra, si se quieren lograr el bienestar social y el desarrollo sostenible. Es necesario reconocer la relación de interdependencia intrínseca y vital entre los seres humanos y la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y la resiliencia socioecológica.
  2. Los objetivos de desarrollo deben promover la prosperidad humana dentro del espacio de operación seguro para la Tierra, el cual es definido por límites planetarios (Rockstrom, 2008), que deben ser reconocidos al momento de hablar de sostenibilidad.
  3. Los objetivos de desarrollo deben fundamentarse en los principios de universalidad, integridad, equidad y calidad de vida en todas sus formas. La diversidad, en su sentido más amplio, es fundamental para alcanzar un desarrollo sostenible.
  4. Los procesos de creación de políticas de desarrollo deben manejar más adecuadamente los asuntos relacionados con el poder, el conocimiento y el reconocimiento de derechos. Sin embargo, reconocer derechos no es suficiente para lograr la sostenibilidad, también es necesario generar un sistema de corresponsabilidad reflejado en instituciones que se fundamenten en la colaboración, la flexibilidad y el aprendizaje en torno a la gestión de la biodiversidad.
  5. Se necesita de un rediseño institucional profundo para lograr verdaderas transformaciones que conduzcan hacia caminos sostenibles. Es necesaria una gobernanza transformativa, adaptativa y fundamentada en conocimientos de todo tipo acerca de la biodiversidad y su inserción en los procesos de desarrollo.
  6. El establecimiento de objetivos, metas, estrategias e indicadores es importante en un camino hacia un desarrollo más sostenible, pero es necesario que estos sean conmensurables si se quiere contribuir a su progreso real. Por el, deben tenerse en cuenta todas las dimensiones de los sistemas socioecológicos, así como la subjetividad y las perspectivas culturales del bienestar social.

En síntesis, el mensaje central es que la superación de la pobreza, la malnutrición, el acceso limitado a salud y educación, así como otros aspectos ligados al desarrollo sostenible de la humanidad, no serán posibles si no se considera de manera explícita y práctica la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que de ella derivamos.

Para información completa del evento y proceso: http://medellin-dialogue.com
 

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