Cuando un grupo de activistas ambientales hace una campaña escandalosa resulta haciendo lo mismo que hacen las empresas que publicitan excesivamente un pequeño esfuerzo de responsabilidad ambiental. El resultado es que la opinión publica no-experta en el tema se continua sumiendo en un mundo de confusión, y asi se hace un gran daño a las posibilidades de tener ciudadanos cada vez mas informados y en consecuencia más responsables con el ambiente.

Los activistas son importantes en las sociedades, desatan cambios, sensibilizan a la gente, pero cuando hacen campañas que no resultan razonables, los resultados son inciertos. En una proporción de los ciudadanos estas campañas encuentran tierra fértil, que son los grupos de radicales, y en otro porcentaje, quizá de mayor tamaño, ni recuerdan las campañas. En ambos es muy grave el resultado porque estigmatiza a todos los que se acercan al tema como radicales insensatos o paraliza a la sociedad frente a necesarios cambios de comportamiento.

Según la Gran Encuesta Nacional Ambiental, realizada en 12 ciudades, estratificada con margen de error del 3 %, el 57 % de los colombianos considera que para el desarrollo económico de Colombia es mas conveniente conservar el medio ambiente en sus condiciones originales sin minería ni petróleo y solo permitiendo turismo ecológico. Es evidente la clara contradicción con el comportamiento de una proporción importante de la población que vierte desechos en ríos, en calles y en sitios no indicados.

Hay empresas que divulgan con mucho énfasis ejecutorias ambientales que son solo un pequeño esfuerzo frente al esfuerzo real que tienen que hacer para evitar y mitigar su impacto ambiental. De esa manera se ponen en el mismo lugar de los activistas irracionales, pero por distintos caminos. Igual hacen algunos gobernantes, inventan campañas de bajísimo impacto real pero altísima visibilidad. Ninguno de los tres terminan posicionando sus mensajes en la opinión publica. Imperiosa es la necesidad de informar a los ciudadanos, no de utilizar el tema como instrumento para sus intereses.