Como derecho fundamental de las minorías étnicas, la consulta pre­via se ha convertido en uno de los instrumentos de participación más controversiales. Mientras para muchas comunidades indígenas, negras y rom ha sido la oportunidad de co­nocer las particularidades de los proyectos que los afectan y de incidir en las medidas que aseguran su existencia y calidad de vida, para no po­cos empresarios es uno más de los tantos obstáculos que tienen que sortear para hacer viables sus proyectos.

Álvaro Echeverry, director de consulta previa del Ministerio del Interior, afirma que las co­munidades sujetas a consulta previa son, por lo general, comunidades históricamente excluidas y que por esa misma razón ellas deben ser convocadas a la construcción de un nuevo país. Es que si algunos em­presarios siguen percibiendo la consulta previa como amenaza, es fruto del te­mor a enfrentarse a un entorno agresi­vo y con pocas certezas de parte de las comunidades. Y no es para menos, las experiencias de líderes comunitarios en­riquecidos y comunidades empobrecidas después de algún proceso de consulta previa abundan en Colombia.

Pero la historia de la consulta previa está evolucionando; cada vez se conocen nuevos ejercicios en los que comunida­des étnicas y empresarios encuentran en este instrumento de participación el escenario ideal para construir un futuro compartido donde el respeto por las tra­diciones de los pueblos que representan unos y la valoración social y económica del proyecto de los otros puedan convivir.

Hay quienes han propuesto eliminar la consulta previa de nuestro ordenamiento legal. Por supuesto, esto no va a suceder y no debería suceder, pues las sociedades marchan hacia el reconocimiento de los derechos más que hacia su restricción. Mientras el gobierno ha intentado regla­mentar el proceso, las comunidades étni­cas cada vez se informan más y conocen de sus posibilidades, de tal manera que cada vez se preparan con juicio para ha­cer un uso responsable de la herramien­ta. Vemos resultados excelentes donde comunidades mejoran su calidad de vida y se consolidan proyectos amigables con el entorno. Así ha sucedido en La Guajira con el pueblo wayú, en Playa Blanca - Barú con comunidades afro, en el Tolima con comunidades pijao, en Arauca con el pueblo sikuani y en decenas de lugares de nuestra geografía.

Para conocer la evolución de la consulta previa en Colombia, a partir de la pre­sente edición, Catorce6 ha creado el Observatorio de Consultas Previas, que brindará información actualizada sobre el estado de los diferentes procesos que se desarrollan en el país. Con fuentes oficiales y colaboradores en diferentes regiones de nuestra geogra­fía, informaremos cómo está operando el instrumento en el país. Presentaremos cifras de lo que está sucediendo y datos que resultarán útiles para los estudiosos del tema, para las instituciones na­cionales y territoriales, pero también para los particulares interesados, sean ellos cerca­nos a las comunidades o a las empresas que operan en Colombia.

Queremos que este observa­torio se nutra también de ex­periencias que nuestros amables lectores quieran compartir, y sean agradables o nefastas, de ellas el país debe aprender. Bienvenidos a esta nueva sección.