Con la introducción de otros dos peces invasores en Colombia, el pez basa y la garra rufa, algunas de las 1.000 especies de peces tradicionales están en peligro de extinguirse, según expertos.
Actualmente el país tiene un promedio de 581 especies invasoras repartidas en el territorio colombiano y en todos los departamentos existe, al menos, una especie invasora en su ecosistema, debido al decreto de 1780 de 2015, el cual permite que especies consideradas extranjeras o invasoras puedan ser convertidas a locales, con el fin de mejorar la acuicultura.
El riesgo es que con dicha normativa, el basa y la garra rufa causen la extinción de peces tradicionales como el bagre, tal y como ya sucedió con peces como el capitán de la sabana y el pez graso, que se vieron reducidos significativamente, hasta el punto de desaparecer, con la introducción de la tilapia y la trucha hace algunos años.
Las especies nativas de ríos como el Magdalena serían las más afectadas con la introducción de los dos peces, los cuales aún están en proceso de domesticación puesto que el decreto todavía no los contempla, pero por su facilidad de cultivo, es muy probable que formen parte del listado. En el caso del basa, la problemática radica en que por su nivel de resistencia y composición biológica puede sobrevivir en cualquier tipo de temperatura, así como alimentarse de lo que sea, especialmente de las otras especies.
La amenaza se dio a conocer durante el Foro “Domesticación de Especies Introducidas”, realizado en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, en donde algunos expertos expusieron los riesgos del decreto. Según el biólogo Iván Mojica, no se pueden cambiar las características biológicas de una especie solo por capricho, porque no se miden los efectos y tampoco se tiene claro quién va a pagar por ello.
Por su parte, Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha, dijo que controlar las especies invasoras en el mundo tiene un costo aproximado de 14 trillones de dólares, lo que hace que el proceso sea engorroso y en la mayoría de los casos insatisfactorio. “En el caso de los impactos ambientales, por ejemplo, vemos fenómenos de predación, hibridación y hasta extinción de especies. En cuanto a las consecuencias económicas están la contaminación de agua potable, la afectación de las pesqueras y del transporte fluvial y en cuanto a la salud, también se pueden dar fuertes epidemias” aseguró Trujillo.
Sobre la preocupación anunciada por expertos y ambientalistas, el Ministerio de Ambiente insistió en que una vez la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), identifique las especies de peces que pueden ser introducidas, será el ministerio el que emita un concepto vinculante de riesgos y medidas a seguir en los ecosistemas, para que sean las corporaciones autónomas regionales, las que procedan a mitigarlos.
El pez basa está a punto de ser domesticado en Colombia y, según expertos, podría causar graves problemas ambientales / Foto: Agencia de Noticias UNal.