La reconocida entidad de investigación está lanzando su reporte de ‘Biodiversidad 2015’ en el cual alerta sobre el aumento de la deforestación y daños graves en ecosistemas como páramos y humedales.
Catorce6 conoció el más reciente reporte del estado de la biodiversidad que lanzó en las últimas horas el Instituto Von Humboldt, en el cual se hace una radiografía completa de los recursos naturales, la flora y la fauna de Colombia. El extenso estudio resalta las innumerables riquezas ambientales del país pero también detalla problemas graves de las afectaciones que han sufrido los ecosistemas.
En su segundo capítulo, titulado “Factores de transformación y pérdida de biodiversidad”, los expertos de la institución alertan, por ejemplo, que se ha perdido más del 92% de la cobertura de bosque seco tropical y de las afectaciones que la ganadería extensiva, la minería y la especulación con los precios de la tierra han generado en gran parte del territorio.
Brigitte Baptiste, directora del Humboldt es la responsable del estudio y habló con Catorce6 sobre los temas destacados en materia ambiental durante el 2015.
Catorce6 (C6): En el capítulo dos donde se resaltan las razones de pérdida de biodiversidad en el país. ¿Cuál es la problemática más grave y que merezca mayor atención de las autoridades?
Brigitte Baptiste (BB): Yo creo que sigue siendo muy preocupante el daño causado por la deforestación, la tasa de deforestación en Colombia sigue siendo supremamente alta y pese a los esfuerzos que estamos haciendo es realmente complejo atacar sus causas. La deforestación está atacando todos los frentes, está ocurriendo en el Chocó, en el Urabá, en San Lucas, en el Caquetá y los bosques secos de la Costa Caribe y es la mayor amenaza a la biodiversidad terrestre en este momento.
Y en relación con la biodiversidad acuática es la contaminación acumulada, lamentablemente, por actividades ilegales como la minería que está fuera de control.
C6: ¿En el caso de la deforestación cuál es el motor que está impulsando la actividad?
BB: La deforestación sigue teniendo como motor principal el fenómeno de los cultivos ilícitos. Ahora estamos en una fase de crecimiento de cultivos de coca y aunque esta tendencia disminuyó hasta 2014, en 2015 repuntó. Otra causa es la extensión de la frontera agropecuaria, hay comunidades que abren potreros para luego buscar la propiedad de la tierra y comercializarla, es decir no para producir comida sino para especular con la tierra y arrasan con la biodiversidad.
C6: Hay diferentes temas que vale la pena mirar detalladamente, uno de ellos, el del bosque seco tropical que ya desapareció en un 92% ¿Por qué ha ocurrido esta degradación?
BB: Se ha venido deteriorando hace décadas, corresponde al impacto acumulado de la deforestación en la región Caribe y en el Valle del Magdalena, especialmente. Se han deforestado para convertirlos en cultivos industriales y terrenos para ganadería. El problema es que la pérdida de bosque causa degradación de los suelos y hay riesgos de desertificación y deterioros graves que conducen a situaciones como la de La Guajira.
C6: ¿Y qué pasa con ecosistemas tan importantes como humedales y páramos del país?
BB: En el caso de los humedales aún no hemos desarrollado una tecnología amigable con las condiciones de los ecosistemas inundables, hoy tenemos que la producción agropecuaria en nuestro país requiere la desecación del suelo, en este caso han sido secados para agricultura y ganadería, además de pescadores que hacen uso de los recursos. Además, con los extremos climáticos de sequía tiende a haber apropiación de cuerpos de agua que en ese momento no están visibles y luego cuando vuelve la lluvia se convierten en áreas de desastre en las cuales las personas aprovechan para reclamar subsidios. Hay una perversión social y ecológica.
En el caso de los páramos es similar, aún cuando el aspecto más importante de los páramos es su capacidad de regulación hidrológica. Siguen siendo destruidos para sembrar papa y para ganadería extensiva, lo que afecta su capacidad de producción de agua.
C6: ¿Qué opinión tiene del papel que han jugado el Gobierno y otras autoridades ambientales como las CAR frente a la protección de estos ecosistemas?
BB: Hay elementos muy positivos de la gestión reciente con la decisión de delimitar los páramos y de producir conocimiento para el buen manejo de los humedales. Eso ya está en el ADN de la cultura ambiental colombiana y estamos encontrando el camino, estamos actuando más contra actividades ilícitas contra el medio ambiente como el tráfico de fauna y de maderas valiosas, ahí el papel de la Policía con las CAR ha sido muy bueno.
También hay avances en la normatividad, estamos mejorando el ordenamiento territorial, las reservas forestales están siendo actualizados y el SINA en su conjunto, con todos sus defectos, sigue siendo un excelente mecanismo para orientar la gestión de la biodiversidad.
Pero por supuesto nos faltan muchas cosas, nos faltan unos niveles de ordenamiento territorial más sensibles a los cambios climáticos, una capacidad adaptativa mejor diseñada en los sectores y lo más importante que es la incorporación de la biodiversidad en la política agropecuaria del país.
C6: ¿Qué opinión tiene del doctor Luis Gilberto Murillo, nueva cabeza de la política ambiental en el país?
BB: Yo conocí al ministro desde que fue Gobernador del Chocó, creo que ha planteado una agenda muy práctica para prevenir muchos de estos conflictos que se están generando a nivel local, pero por supuesto no voy a comentar más porque es mi jefe, entonces yo estoy es al servicio del Ministerio y tengo el mejor concepto del doctor Gilberto.
C6: ¿Qué beneficios ambientales va a traer la firma de la paz que parece inminente?
BB: Mayor gobernabilidad, eso va a derivar en mejores decisiones en el uso de la biodiversidad, de los bosques; una mejor capacidad de aplicar la Política Integral de Biodiversidad en contextos de acuerdos para gestión territorial, bien sea con desmovilizados y autoridades.
Creo que va a ser positivo, aunque va a generar retos de transformación de paisajes que van a ser incorporados a actividades productivas aunque esto se puede equilibrar con más y mejor gobierno.