En México, los jóvenes ya han sido reconocidos por diferentes institutos de investigación y en los próximos días tomarán un vuelo a la capital británica donde expondrán el material en el London International Youth Science Forum.
Se trata de Aranza Meza, Israel Hernández y Edmundo Balderas, quienes desarrollaron en el laboratorio de su colegio un plástico que se degrada en apenas 30 días.
Diferentes estudios han señalado que dependiendo el producto plástico puede demorarse entre 100 y 1.000 años en descomponerse liberando químicos dañinos al suelo que se pueden filtrar en las aguas subterráneas o contaminando el océano con componentes como bisfenol A y poliestireno. Por eso, estos desechos han llamado la atención de las autoridades ambientales en el mundo siendo uno de los problemas más urgentes por resolver.
Aranza Meza, Israel Hernández y Edmundo Balderas, de 17 y 18 años, fueron los tres estudiantes que con los materiales y herramientas del laboratorio escolar y la cocina de uno de ellos lograron desarrollar un tipo de plástico hecho con cascaras de banano, el cual se degrada en sólo un mes, es decir 1.200 veces más rápido de lo que ocurre con un producto tradicional.
Foto. El País de España
La idea está inspirada en una pasta que ya creó una estudiante turca de 16 años, Elif Bilgin, y que se ganó un premio de ciencia internacional. Los estudiantes mexicanos quisieron continuar con su proyecto y aseguran haberlo mejorado. "Estamos trabajando en la resistencia y la impermeabilidad del bioplástico, pronto lo lograremos", cuenta Aranza Meza al diario El País de España.
Los ingredientes que usan, aparte de la cascara de plátano, son harina, glicerina, ácido anhídrico y metabisulfito sódico que se obtiene de la combustión de varios minerales. Recientemente le han agregado fibras de troncos que ha resuelto un inconveniente sustancial del invento: su resistencia.