Viernes, 19 Abril 2024

Según la Sociedad Americana de Hematología, quienes tienen el grupo O- se consideran donantes universales y aquellos con el grupo AB+ son receptores universales.

Sangre compatibilidad/Pixabay

De acuerdo con la Sociedad Americana de Hematología - ASH, los glóbulos rojos han heredado en su superficie estructuras químicas llamadas antígenos que pueden hacer que el sistema inmunológico de una persona produzca anticuerpos contra ellos.

Los seres humanos tienen 35 grupos principales o familias de estos antígenos, así como otros grupos menores, pero la consideración de dos, el grupo ABO y el grupo RhD, es muy importante para asegurar que un receptor de transfusión reciba sangre compatible.

La presencia de antígenos dentro de estos grupos es lo que determina el tipo de sangre de una persona. Los tipos de sangre se denominan Tipo A, Tipo B, Tipo AB (que tiene antígenos A y B) o Tipo O (que no tiene antígenos A o B) seguidos de positivo o negativo, lo que indica la presencia del antígeno RhD. Las personas RhD negativas no tienen antígeno RhD.

Según los expertos de la ASH, las personas con un antígeno determinado no producen anticuerpos contra su propio antígeno, pero sí contra los otros antígenos de ese grupo. Por ejemplo, si una persona tiene sangre tipo A, producirá anticuerpos contra el antígeno B, pero no contra el antígeno A.

Eso significa que si a esta persona se le administran glóbulos rojos de tipo B o glóbulos rojos de tipo AB, sus anticuerpos atacarán y destruirán los glóbulos rojos extraños que poseen el antígeno B, provocando una reacción a la transfusión.

De manera similar, una persona que tiene el antígeno RhD no producirá anticuerpos contra el antígeno RhD, pero la persona RhD negativa producirá anticuerpos contra la sangre con glóbulos rojos RhD positivos.

Según la información suministrada por la ASH, los anticuerpos en el plasma de donantes con diferentes tipos de sangre provocan una situación inversa. Dado que una persona con sangre tipo AB no produce anticuerpos contra las células tipo A o tipo B, su plasma se puede administrar a una persona con sangre tipo A, tipo B, tipo AB o tipo O.

En situaciones de emergencia, cuando se desconoce el tipo de sangre del receptor, la persona puede recibir glóbulos rojos tipo O negativos sin producir una reacción de incompatibilidad ABO o RhD. En otras situaciones, incluso no de emergencia, donde se conoce el tipo de sangre específico del receptor pero no hay sangre disponible para un tipo específico, se puede usar un tipo compatible si se determina que es compatible mediante comparación cruzada.

La comparación cruzada es una prueba de laboratorio simple y comúnmente practicada que verifica la compatibilidad sanguínea. En el último caso, si un receptor AB positivo necesita sangre y no hay donantes AB positivo, podría recibir sangre de un donante tipo A positivo después de una compatibilidad cruzada adecuada.

Reacciones alérgicas y de otro tipo

De acuerdo a los científicos que hacen parte de la Sociedad Americana de Hematología, pueden ocurrir reacciones hemolíticas tardías si el receptor produce anticuerpos contra antígenos menores en los glóbulos rojos transfundidos.

Estas reacciones suelen ser leves y son causadas por ciertas sustancias químicas en la sangre del donante que pueden causar fiebre, urticaria, erupciones cutáneas, picazón, presión arterial baja y síntomas similares.

En raras ocasiones, los pacientes que reciben transfusiones de sangre masivas pueden desarrollar una lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión, que es causada por una reacción inflamatoria a una gran cantidad de sustancias químicas extrañas en la sangre del donante.

Depósito de su propia sangre

Un individuo puede almacenar su propia sangre para una transfusión durante un futuro procedimiento quirúrgico. Este tipo de transfusión, aunque no está exento de riesgos, es la forma más segura de transfusión para el receptor porque elimina el riesgo de infecciones transmitidas por la sangre de otros donantes.

Para esta donación, la sangre generalmente se extrae de tres a cinco semanas antes de la cirugía esperada y se almacena, reservada solo para uso del donante. Si no se usa, se descarta y no se usa para otros destinatarios.

Como muestra este gráfico de Statista elaborado con información de la Sociedad Americana de Hematología, quienes tienen el grupo O- se consideran “donantes universales”, ya que pueden donar sangre a cualquier persona, pero sólo pueden recibir sangre de personas con su mismo grupo sanguíneo, lo que hace que exista una gran demanda de donantes de O-. Por su parte, aquellos con el grupo AB+ son “receptores universales”, pues pueden recibir sangre de cualquier otro grupo.

 

Grupos sanguíneos

 

En todo el mundo, el tipo de sangre más común es el grupo O y el menos frecuente, el grupo AB. En España, los más comunes son los grupos O y A (45% y 42% respectivamente), mientras que los grupos B y AB juntos representan únicamente el 13% de la población.

El grupo O está muy presente en países como Perú (71%) o República Democrática del Congo (60%), mientras que el grupo sanguíneo B tiene bastante presencia en la India (40%) y a nivel mundial está bastante extendido en los países del sur de Asia, como por ejemplo en Vietnam (31%).

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