En los últimos minutos del plazo, Cormagdalena confirmó que la empresa Odebrecht, máxima accionista del consorcio encargado del proyecto, decidió ceder participación ante la imposibilidad de lograr el cierre financiero por los casos de corrupción en los cuales está envuelta.
El pasado 11 de abril la brasilera Odebrecht, cuyos directivos han sido condenados por corrupción en Brasil, publicaron un millonario comunicado en página completa de los principales periódicos del país para intentar tranquilizar a la opinión pública frente a la situación que vivían en el vecino país.
En el aviso aseguraban que “Odebrecht Colombia actúa jurídica, financiera y administrativamente, de forma independiente de los negocios y operaciones que se celebren en Brasil”.
Pero al final, la captura de Marcelo Odebrecht terminó interfiriendo en su participación en Colombia ya que la empresa no logró los créditos bancarios internacionales requeridos para el cierre financiero. La propia Financiera Nacional de Desarrollo había advertido que los múltiples problemas le hacían dudar de su participación en el proyecto y que lo mismo ocurría con diferentes bancos nacionales.
En desarrollo a esto y al rechazo a la estructuración financiera que presentaron en marzo, en las últimas horas el capitán Álvaro Mendoza, director de Cormagdalena, confirmó que el socio principal de Navelena (Odebrecht) decidió ceder tres cuartas partes de su participación que es del 87% del Consorcio.
Mendoza aclaró que por ley sólo puede ceder el 75 % de su participación, pero eso implicaría automáticamente que la brasilera deja de ser la socia mayoritaria del consorcio; aunque anticipó que la cesión no puede terminar en la modificación de las fechas de ejecución del contrato y que ya hay firmas internacionales interesadas en esa participación.
Como ya lo había advertido Catorce6, el proyecto tiene gran importancia no sólo económica sino también ambiental pues según estudios de Cormagdalena el transporte fluvial tiene un rendimiento de combustible cuatro veces mayor que el férreo pues el primero recorre 500 kilómetros con un litro por tonelada, mientras que el segundo apenas 120 kilómetros, lo que supone una reducción importante de emisiones y menor consumo de combustible.
Foto: Navelena