Miércoles, 24 Abril 2024
El Sumapaz es sinónimo de paisaje de niebla, frailejones,bromelias, lagunas, colibríes, venados y cóndores de Los Andes.
 
El Páramo de Sumapaz, ubicado en zona rural de la capital colombiana, fue es el origen del universo para los Muiscas y uno de los lugares preferidos por el naturalista y explorador alemán Alexander Von Humboldt, para estudiar la flora y la fauna de Colombia colombiana. Está ubicado en la cordillera oriental, en los departamentos de Cundinamarca, Huila y Meta y abarca una franja altitudinal entre los 3.500 y los 4.000 metros sobre el nivel del mar. El páramo tiene una extensión de 178.000 hectáreas, es un punto estratégico en el sistema fluvial del país, puesto que reparte sus aguas al oriente en el río Orinoco y al occidente en el río Magdalena, es por esto que recibe el nombre de estrella fluvial del centro. Para llegar a este majestuoso parque desde Bogotá se puede tomar la vía Usme y en 90 minutos se estará en la laguna de Chisacá, la cual marca el inicio del parque. Otra ruta que se puede tomar es Bogotá-Boquerón-Pandi-Venecia-Cabrera-La Unión-Sumapaz, este recorrido dura aproximadamente cuatro horas. Una vez se arriba al parque es posible contemplar ese amable y maravilloso paisaje de niebla donde hay frailejones, bromelias, lagunas, colibríes, venados y cóndores. Es un espectáculo visual que está cubierto de vegetación color verde grisáceo, donde los vientos y el sol pueden ser despiadados y el clima puede cambiar con frecuencia. También se pueden apreciar los cambios geológicos como consecuencia del levantamiento de los Andes en las altas cuchillas de rocas ciclópeas de las cuales parten imponentes escalones, valles, donde se recoge agua formando pantanos, charcos o lagunas. 

En el Sumapaz hay una población de aproximadamente 1.200 familias, repartidas en 28 veredas, de los corregimientos de San Juan de Sumapaz, Nazareth y Betania. La zona del corregimiento de San Juan de Sumapaz está situada al suroccidente del parque, tiene 19.795 hectáreas. Los corregimientos Nazareth y Betania están situados al nororiente del parque, tienen aproximadamente 16.817 hectáreas y abarcan el límite entre el Distrito Capital y los departamentos de Meta y Cundinamarca y la zona de tratamiento agrícola de Usme.

RECORRIDO POR EL SUMAPAZ

 

Al llegar al Parque los visitantes se deleitan con caminatas por los senderos de Andabobos, Chisacá, La Media Naranja, así como un recorrido por diferentes lagunas, como la Negra y la de Chisacá. En el año 2000, el antiguo Departamento Administrativo de Medio Ambiente (DAMA) ascendió las lagunas a la categoría de santuarios y declaró 1.932 hectáreas como área de protección por sus atractivos naturales y su vegetación. También se puede visitar el Cementerio indígena, ubicado en las inmediaciones del nacimiento del río Chochal. Según Jorge Arévalo, funcionario de Parques Nacionales Naturales de Colombia, hasta la laguna de Chisacá están dadas las condiciones para el recorridos ambientales, no hay otros senderos autorizados por parques nacionales, puesto que no se ha realizado un plan de manejo ni estudios de carga, es decir, la cantidad de personas que pueden acceder a un área sin causar daños en el ecosistema. Actualmente, no hay guías locales, Parques Nacionales está realizando un proceso de trabajo con la localidad para poder prestar este servicio. Para las personas que no conocen el páramo están habilitados el sendero del agua recorrido de aproximadamente de una hora y el sendero de Carolina con un ascenso de 100 metros, ambos senderos están en el sector de Chisacá.

 

PARAÍSO ENDÉMICO

 

Debido a sus condiciones climáticas y geográficas este páramo se convierte en centro de endemismo. Según un estudio realizado en el 2010 por el Instituto de Ciencias Naturales e Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt sobre la conservación, conocimiento y uso de la biodiversidad del Distrito Capital de Bogotá, se encontraron tres especies de plantas nativas o endémicas en el Sumapaz. Entre ellas, la espeletia summapacis, laestadia pinifolia y aragoa corrugatifolia. Pero, sin duda, el emblema del páramo es el frailejón. Tan solo en este tipo de ecosistemas se encuentran los frailejones que crecen un centímetro cada año y alcanzan a medir 12 metros de altura. Sin embargo, no sólo la vegetación hace parte de este ecosistema, también es posible ver anfibios, aves, reptiles, mamíferos y vertebrados terrestres. Es común encontrar el venado coli blanco o odocoileus virginianus, o los osos omnívoros que se alimentan de puyas o bromelias, conejos y curis. Entre las aves más comunes que se hallan en este parque están el colibrí, el pato de páramo, la caica solitaria, la caica chillona y el águila. Esporádicamente se pueden avistar pumas.

 

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