Viernes, 19 Abril 2024
Este fin de semana se cumplió el primer lustro de la declaración de la Unesco que resaltó la majestuosidad del Paisaje Cultural Cafetero, sin embargo académicos y políticos advierten que podría perder su estatus.
 
Es normal que la gente hable del Parque del Café y de Panaca como los principales atractivos del Paisaje Cultural Cafetero, pero estos sitios son apenas una muy pequeña muestra de la cantidad de historia y riquezas naturales que se pueden encontrar en la región.
 
Son en total cuatro departamentos los que hacen parte del paisaje: Risaralda, Caldas, Quindío y el norte del Valle del Cauca, que suman un total de 207 mil hectáreas llenas de ecosistemas diversos que han traído más de 30 mil turistas internacionales al año de por lo menos 30 países.
 
Todas estas características naturales, acompañadas de la amabilidad sin igual de su gente y la conservación de tradiciones culturales, le valieron el 25 de junio de 2011 el reconocimiento por parte de la Unesco como Patrimonio Mundial e Inmaterial de la Humanidad, lo cual compromete en su protección al Estado Colombiano, a la comunidad internacional, nacional y local.
 
 
 
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Foto tomada paisajeculturalcafeterocolombia.blogspot.com
 
 
Lastimosamente parece que esa conservación no ha sido suficientemente estricta. Desde comienzos de este año, la senadora María del Rosario Guerra alertó en medio de un debate de control político en Pereira que en los próximos meses cuando la Unesco realice el seguimiento a los planes de manejo del paisaje se podría perder ese estatus, principalmente por la caída en la rentabilidad de la caficultura.
 
“Hay unas campanas que nos están diciendo que, si nosotros no mantenemos la caficultura, para que le sea rentable al pequeño caficultor, difícilmente se va a mantener el café, y si no hay café no hay Paisaje Cafetero”, aseguró la legisladora.
 
Por su parte el académico Gustavo Pinzón, secretario técnico del equipo del Quindío en el proyecto Paisaje Cultural Cafetero, resaltó los avances que se han dado en todos los niveles, desde el Nacional hasta el local para preservar las tradiciones, aunque sostiene que falta aún más trabajo.
 
Se debe “constituir un ejemplo sobresaliente de hábitat o establecimiento humano tradicional o del uso de la tierra, que sea representativo de una cultura o de culturas, especialmente si se ha vuelto vulnerable por efecto de cambios irreversibles”, recordó el profesor.
 
Por ahora toda esta semana, hasta el próximo 29 de junio se celebra la Semana del Paisaje Cultural Cafetero, que busca seguir llamando la atención de todas las autoridades comprometidas con su conservación; no sólo para mantener el reconocimiento de la Unesco sino también para incrementar la promoción de uno de los paisajes más hermosos del continente.
 
 
 
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