Según el estudio "La economía del cambio climático en Centroamérica 2012" presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Centroamérica debe adaptar su economía al cambio climático, enfocándose principalmente en la reducción de las emisiones de carbono. De lo contrario la región se expone a subidas de temperaturas de hasta 4 grados centígrados en promedio, lo que supone un gran número de riesgos sociales, ambientales, para la agricultura, la salud y la economía.
Julie Lennox, experta de Punto Focal de Cambio Climático de la Sede Subregional de la CEPAL, aseguró que la región debe volverse más eficiente en el uso del agua, proteger sus cuencas, disminuir las prácticas contaminantes y la deforestación, así como valorar más los servicios ambientales, para evitar que se genere un descanso en las lluvias y un aumento de los huracanes, lo que afectaría la agricultura y la generación eléctrica, entre otros.
Por ejemplo, Guatemala pierde cada año unas 132.137 hectáreas de bosques naturales y no existen en el país estrategias para frenar la degradación y la contaminación, reveló este lunes el Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (Iarna) de la Universidad Rafael Landivar.
"Tarde o temprano, juntos o unilateralmente, vamos a tener que medir y reducir el contenido carbónico en nuestros productos y servicios. Con economías muy abiertas, dependientes de sus exportaciones, a Centroamérica ya le urge emprender un esfuerzo concertado de identificar, proteger y desarrollar sus potenciales ventajas comparativas", afirmó Lennox para la agencia EFE.
Por su parte el Ministro de Medio Ambiente de Costa Rica, René Castro declaró que su país tiene grandes retos en diferentes proyectos de infraestructura y explotación. Uno de ellos es replantear las políticas en cuanto a la minería a cielo abierto y la posible extracción de energía geotérmica de sus volcanes ubicados en zonas protegidas, que por ley no pueden ser explotados.