Las autoridades ambientales colombianas han prendido las alertas por el consumo de almeja nacional por el progresivo agotamiento de esta especie proveniente principalmente del Parque Nacional Natural Isla de Salamanca, ubicado en la desembocadura del río Magdalena, frente a Barranquilla. Según estudios de Parques Nacionales, la mayor parte del producto es enviado a Bogotá para ser vendido en la plaza de Paloquemao, mientras que en Barranquilla es puesto a la venta en supermercados del norte de la ciudad. Las presiones al recurso, que son ilegales, han traspasado los límites.
Las áreas protegidas en Colombia tienen como uno de sus objetivos la conservación de la biodiversidad. Colombia es uno de los 15 países del mundo con más alta biodiversidad. El gobierno colombiano ya ha declarado 59 parques nacionales en el todo el territorio nacional. En el departamento del Atlántico, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico aplica las áreas protegidas en tres zonas: Parque Los Rosales en Luruaco, el Parque Luriza en Usiacurí y la reserva forestal El Palomar en Piojó.
La almeja es vendida por las comunidades de extractores ilegales, en su mayoría provenientes del departamento del Atlántico, a $1.000 el kilo, mientras que en los supermercados el consumidor la encuentra a $7.850 el kilo.
Proveyéndoles la almeja una economía de subsistencia, los extractores ilegales llevan décadas en una actividad que no les ha permitido superar la pobreza. La Corporación Autónoma Regional del Atlántico ha desarrollado estrategias con estas comunidades para lograr un cambio en la visión de futuro de familias que por generaciones solo han visto su desarrollo atado a la almeja. “Son más de tres generaciones explotando este recurso y los resultados son menos almejas y más pobreza, hay que observar las oportunidades y abordarlas”, dijo Carlos Escobar De Andreis, experto en procesos de emprendimiento social. Durante marzo y abril, las autoridades de Policía han hecho operativos para evitar la extracción del valioso recurso, actividad que afecta el equilibrio del ecosistema del Parque y la supervivencia de las demás especies que conforman la cadena biológica.
Las almejas adecuadas para el consumo son las provenientes de cultivos de acuicultura marina. Países como Noruega, Japón y del Pacífico sur y el océano Índico exportan este producto proveniente de cultivos.
