La belleza de los páramos, paradójicamente, está en su complejidad. Sus peculiaridades y riquezas, de las que solo media docena de países son dueños en el planeta, serán uno de los mayores atractivos en Expo Milano 2015.
Por: Laura Ospina


La travesía de Samuel, Juan, Antoine, Livio, Elenna, Adam y Michael empezó en el Parque Nacional Natural Chingaza, un escenario de 76.600 hectáreas, con alturas entre 800 y 4.020 msnm, en el que sin duda, tal como lo manifestó uno de ellos, “aquí uno se siente más limpio y más fuerte”. Es que no es para menos, quien ha ido a Chingaza sabe que esta fábrica de agua es un verdadero descanso para los pulmones, para el cuerpo y el alma.
Historias ligadas a frailejones, guardarrocíos, macollas y musgos; venados colorados, osos de anteojos; agua, niebla, altura que sobrepasa los 2.500 msnm, y montaña cuyo suave y majestuoso paisaje está hecho para protegerse de los drásticos cambios del clima serán tema no solo en el Pabellón de Colombia en Milán —donde se espera asistan más de 20 millones de visitantes entre turistas y empresarios—, sino en cientos de países que leerán historias periodísticas en las páginas de El País de España o La República de Italia, sobre las excentricidades naturales que habitan en nuestro país.
Durante el recorrido a Chingaza, los periodistas estuvieron acompañados por guías de Parques Nacionales de Colombia, funcionarios del Ministerio de Ambiente y representantes de Expo Milano en Colombia, quienes comandaron al equipo y los llevaron a descubrir un escenario ajeno a ellos, un espacio de tierra capaz de proveer de agua potable al 80 por ciento de la población de la capital del país, gracias a un embalse suficiente para almacenar 220 millones de m³ de recurso hídrico captado de los ríos Guatiquía, Chuza y la quebrada Leticia.
Siguiendo los pasos de los guías, y entre uno que otro resbalón por el barro generado de la lluvia que los acompañaba, los expedicionarios caminaron sobre una pequeña porción de nuestros páramos, fueron testigos del 10 por ciento de diversidad vegetal existente, de 8 por ciento de las especies endémicas de flora del país y de un ecosistema con la capacidad para sustentar un gran número de acueductos a lo largo de la cordillera de los Andes.
Ellos le contarán al mundo sus vivencias, pero sin duda, el pabellón de Colombia instalado dentro de un área de 1 millón de metros cuadrados será la oportunidad para abrir sus puertas a las relaciones con otros países y para presentar proyectos enfocados a “Nutrir el planeta. Energía para la vida”, que promuevan un futuro sin hambre y sean ambientalmente amigables. Además de los páramos, otros Parques Nacionales Naturales también serán exhibidos en la feria.