Especialistas de todos los campos citaron estudios en los que se advierten algunas posibles consecuencias para la salud del fracturamiento hidráulico.
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Catorce6 conoció una carta que ya han firmado más de 1.300 médicos especialistas que fueron convocados por el Movimiento Ambientalista Colombiano el pasado 8 de abril para pedir que se suspendan los proyectos de fracking en el país porque consideran que la literatura científica al respecto demostraría posibles daños en la salud en zonas que se exploten los no convencionales.
“La universidad de Queensland, en Australia, cuya revisión sistemática de la literatura médica disponible incluyó 109 estudios concluyendo que el análisis de los efectos a largo plazo de esta técnica deben ser tomados como un problema de salud pública que requiere una atención urgente. Los efectos sobre la salud humana como partos pretérmino, bajo peso al nacer, enfermedades respiratorias y alteraciones endocrinológicas no obedecen exclusivamente al desarrollo geomecánico de esta técnica sino a múltiples factores en la superficie como lo son aguas residuales y contaminación del aire”, señala el documento.
En el segundo punto sostienen que las universidades de Cornel y Berkley revisaron 685 artículos científicos referentes al fracking, de los cuales, el 84% indica altos riesgos para la salud pública, el 69% señala un potencial riesgo en la contaminación del agua y el 87% demuestran un deterioro en la calidad del aire.
Pero además advierten que si los estudios fueran ignorados, igual en Colombia “no existe un protocolo de manejo establecido por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible con respecto al manejo de las aguas residuales producto de esta técnica. En diferentes reuniones que las organizaciones académicas y sociales que sostuvieron con esta cartera solicitaron los lineamientos para el tratamiento seguro de las aguas residuales y nunca se obtuvo una respuesta técnica sólida por parte del ministerio.”
Termina la carta pidiéndole al presidente Santos que por razones de salud pública declare la moratoria al fracturamiento hidráulico no convencional en Colombia siguiendo “el ejemplo de naciones como Alemania, Francia, Sudáfrica, Australia, Escocia y el estado de Nueva York en EEUU, donde ha primado el derecho a la salud”.
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