Viernes, 19 Abril 2024
María Constanza García, directora de la Agencia Nacional de Minería, habló con Catorce6 sobre las regalías, las denuncias de la Contraloría a la minería y se refirió empresas como Cerro Matoso y Cerrejón.

C6: Usted arrancó un nuevo proceso de fiscalización de los títulos mineros en Colombia, algo que se ha hecho muchas veces. ¿Será que este sí es efectivo? M.C.G.: En la ley de regalías del país se destinó el 2 % al proceso de fiscalización y conocimiento al subsuelo. Esto ha mejorado, porque antes era más desordenado y no había ni recursos económicos ni grandes plantas de personal, entonces revisaban diez minas y el resultado, lógicamente, no era nada serio. Nosotros estamos comprometidos a revisar los 9.500 títulos, de los cuales ya llevamos 2.500.

C6: ¿Qué encontró en esta primera fase de fiscalización? M.C.G.: Contrario a lo que piensa todo el mundo, que la minería es un desastre ambiental, lo que nosotros descubrimos es que la minería legal está bien hecha y cumple todos los requerimientos. Esto pasa no solo con las pequeñas empresas, las multinacionales cumplen con estándares nacionales internacionales.

C6: Pero usted le dijo al país que habían encontrado 350 casos con irregularidades ambientales, eso es muy grave… M.C.G.: Dependiendo del hallazgo, vamos a tomar las medidas necesarias en cada caso. Por lo pronto, suspendimos la actividad de los títulos que no cumplían o no tenían licencia ambiental. Lo que pasa es que muchos creen que basta solo con obtener el título, pero realmente para hacer minería se debe cumplir con todos los requisitos que exige la ley. Si la autoridad ambiental correspondiente considera que hay un incumplimiento frente a las obligaciones ambientales, puede quitar definitivamente el título, porque así lo estipula el Código Minero.

C6: El viejo Código, el de 2001… M.C.G.: Sí, porque ese es el que actualmente está operando y allí se obliga a la Autoridad Nacional de Minería a vigilar que todos los requerimientos ambientales se cumplan.

C6: Diferentes informes de la Contraloría han cuestionado la licencia ambiental de Cerro Matoso. ¿Qué posición tienen ustedes al respecto? M.C.G.: Yo pienso que las competencias están divididas y como funcionario público siempre se debería tocar los temas que la Ley le dice y no pasarse de allí. En el caso de Cerro Matoso, la Autoridad competente es la ANLA, la cual nos pasó tres cartas explicándonos, desde la jurisprudencia ambiental, por qué la mina de níquel cumplía con todos los requisitos que exige la ley. Lo que pasa en este caso específico es que ellos comenzaron los trabajos en Colombia desde 1981, y en ese entonces no había licencias ambientales. Sin embargo, la mina ha tenido plan de manejo y ha pasado con creces las auditorías que se le han hecho.

C6: Sigamos con la Contraloría. Ese ente de control también ha llamado la atención sobre lo que pagan las mineras respecto del impacto que ocasionan. ¿Qué posición tiene al respecto? ¿Sí se trata de un mal negocio? M.C.G.: Hemos hecho estudios tomamos los impuestos que pagan las mineras en Colombia y los comparamos con otros países que desarrollan ampliamente la actividad, como Australia, Chile, Canadá y Perú. Lo que encontramos es que el cobro en Colombia supera de lejos al de los otros países. Entonces, ahí tenemos que ser muy cuidadosos de ir a matar la gallina de los huevos de oro tratando de ponerle trabas de cualquier manera. Si nosotros ponemos más impuestos a las mineras, nos vamos a volver inviables en un país donde se ha luchado tanto por traer la inversión extranjera. Otro tema muy diferente es ¿qué ha pasado con el dinero de las regalías? Porque lastimosamente donde más se acumula dinero, es donde menos se ven adelantos en bienestar social. Entonces, lo que hemos hecho es aportarle al desarrollo de algunas regiones a través de alianzas como la de Cerro Matoso o Paz del Río. En Montelíbano, por ejemplo, hay un hospital muy completo y lo hizo Cerro Matoso. Ni hablar de la intervención social grandísima que ha hecho Cerrejón en La Guajira. Por esto, está demostrado con cifras que la actividad extractiva en Colombia es una bendición. Lo que tenemos que hacer es aprender a darle el valor agregado que se le da en otros países, para generar empleos.

C6: En el caso Anglo Gold Ashanti, la Contraloría ha dicho que existen irregularidades en las auditorías entre 2007 y 2011… M.C.G.: Lo que hemos hecho es requerir al titular minero para que nos explique y nos demuestre la jurisprudencia contable bajo la cual ejerce la actividad. Después contratamos firmas internacionales, como pasó con Cerro Matoso, para que nos desarrolle una auditoría totalmente integral y nos aclarare cada uno de los casos.

C6: ¿Qué hay para decirle concretamente a la Contraloría que tantas críticas ha hecho al tema de la minería? M.C.G.: Nosotros con los organismos de control hemos venido trabajando sobre la mesa, siempre con la mejor disposición para darles toda la información. Lo que esperamos es que analicemos el tema de las regalías en el sector y corrijamos si hay que hacerlo.

C6: ¿La redistribución de las regalías es el descontento que tienen hoy los alcaldes del país? M.C.G.: En los estudios que nosotros hemos hecho desde el sector es que sí, porque antes los alcaldes sentían que les llegaban las regalías y usaban la plata, ahora dicen: “¿Yo para que voy a permitir la minería en mi ciudad si no tengo la misma retribución?” Entonces, lo alcaldes comenzaron a sacar en el Plan de Ordenamiento Territorial restricciones a la minería. Por ejemplo, las que pone Bogotá acaba con 50.000 empleos.

C6: Hablemos de minería ilegal. En Ataco (Tolima) vimos como el gobierno celebró con bombos y platillos el decomiso de unas 70 máquinas retroexcavadoras. Meses después terminaron devolviéndolas… ¿La minería ilegal está ganando la pelea? M.C.G.: En ese aspecto se ha desarrollado un trabajo muy importante del Ministerio de Defensa y las alcaldías locales. Por ejemplo, en la Orinoquía ya hay un batallón para enfrentar la extracción ilegal de coltán, lo que demuestra que la minería ilegal se ha vuelto una problemática parecida a la del narcotráfico.

C6: Muchas muestras se han dado de que en Cerro Matoso existen extrabajadores enfermos por los químicos de la compañía y usted asegura que ellos cumplen la normatividad ambiental. ¿Será entonces que las exigencias ambientales en el país son muy débiles? M.C.G.: Yo creo que esos temas son más de educación y de interpretación. En marzo pude estar en Canadá donde la mina de níquel produce el 98,8 % de concentración, mientras que la nuestra apenas llega al 40% y allá no hay casos de cáncer. ¡Ahora resulta que el níquel de allá no produce cáncer y el de nosotros sí! Entonces hay que ser muy cuidadosos y estrictos en señalar esos efectos al lado de un rigor científico muy importante.

C6: ¿Será que satanizamos la minería? M.C.G.: De 17.300 solicitudes que hemos recibido para la explotación del subsuelo, hemos entregado solo 1.200 títulos, lo que quiere decir que estamos escogiendo los mejores jugadores, que cumplan con todas las normas y que se ajusten a los requerimientos económicos, ambientales y sociales del país. Sabemos que aún necesitamos gente para invertir más recursos para que la huella ambiental sea mínima, pero estamos seguros de que las personas que tienen títulos hoy en día son los más respetuosos de las exigencias ambientales.
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