Según Bomberos del Valle en este primer semestre se presentaron 522 conflagraciones más que en el mismo periodo del 2015. Los pirómanos están en la mira de las autoridades.
Entre enero y junio acontecieron 1.500 incendios forestales, afirma José Soto, capitán del organismo de socorro, cifra que encendió la alarma en la región. “Las cifras hoy son más altas porque, entre enero y marzo del 2016, recibimos el coletazo del Fenómeno de El Niño, en comparación con el primer semestre del año pasado cuando se presentaron 978 incendios,” indicó Soto.
Pese a que Cali es la ciudad que registra más conflagraciones, son Buga, Cerrito, Guacarí y Pradera las que han tenido más áreas afectadas, causando graves problemas ambientales, aseguró Camilo Saavedra, funcionario del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), entidad que junto con el Cuerpo de Bomberos y la Corporación Autónoma Regional (CVC), adelantan labores de monitoreo para sancionar y judicializar a los infractores.
Según la CVC las laderas son las zonas más propensas a registrar incendios forestales por actividades ilegales. / Foto tomada de hsbnoticias.com
Según el Capitán de los Bomberos, el mes de septiembre es cuando empiezan las quemas de basura, llantas y leña debido a que, por mala costumbre, la gente cree que las lluvias llegarán en octubre, un pensamiento que es errado, asegura. “Durante el 2015 el Valle del Cauca sufrió 4.200 incendios que afectaron 13.620 hectáreas: 4.274 de pastizal, 3.994 de bosque, 3.276 de matorrales y 2076 de área agrícola” explicó Soto.
Por su parte el funcionario del Dagma instó a la ciudadanía a denunciar a los pirómanos, aduciendo que las costumbres de algunos no pueden ser generadoras de daños ambientales que nos perjudican a todos. Por eso quienes sean sorprendidos realizando quemas ilegales, podrían ser sancionados con una multa de 100 a 500 salarios mínimos legales vigentes y afrontar una pena entre dos a 10 años de prisión.
