Un nuevo sello le indica el nivel de eficiencia en consumo de energía de cada aparato. Adquirir uno más eficiente puede ahorrarle millón y medio de pesos en gastos de la factura.
Desde siempre se ha dicho que un electrodoméstico con tecnología nueva puede contribuir a reducir el gasto energético dentro de un hogar, colaborando no solo a reducir el pago por la factura, sino también aportando al medio ambiente, sin embargo el primer impedimento para lograrlo es el desconocimiento de los compradores sobre el consumo que hace uno u otro producto.
Foto: Electrodomésticossorpresa.com
Ahora en Colombia eso no es un problema pues desde las últimas semanas se viene implementando el Reglamento Técnico de Etiquetado –RETIQ que obliga a los vendedores de electrodomésticos a publicar el nivel de gasto de energía que hace cada uno.
Es un rótulo de color amarillo, que contiene información sobre un equipo específico. Proporciona información al comprador acerca del consumo e indicador de desempeño energético, clasificación de desempeño y características técnicas del equipo, para que este pueda compararlo con otros equipos similares.
La lectura de la etiqueta es muy sencilla. Es una escala de la letra ‘A’ a la letra ‘G’, siendo la primera la más eficiente y la última la menos y en consecuencia la más contaminante. Según el Ministerio de Minas, pasar por ejemplo de una nevera ‘G’ a una ‘A’ podría representar un ahorro superior al 1’400.000 pesos durante la vida útil de la misma, además de dejar de emitir un 50% de dióxido de carbono al año.
La obligatoriedad del etiquetado se hace en dos grupos, uno que comenzó en agosto de este año y que incluye a los refrigeradores domésticos, lavadoras, aires acondicionados para recintos, balastos electrónicos y electromagnéticos, además de Motores industriales eléctricos de inducción.
Para el 31 de agosto del 2017 tendrán que adquirir la etiqueta los refrigeradores comerciales, aires acondicionados unitarios, calentadores de agua y gasodomésticos de cocción.
La medida quedará de esa forma implementada en menos de 10 meses, un poco tarde en comparación con el mundo si se tiene que en cuenta que en Europa se hace desde 1992, en Asia desde 2004, y en Estados Unidos y Canadá desde 1993.
