Esta especie migratoria, que viaja 10.000 kms desde Norteamerica, estaría siendo atacada con escopetas de fisto, según habitantes de la vereda Cai en el Cañón del Combeimba.
Foto: alaluzpublica.com
Buteo swainsoni, migran desde el sur de Norteamérica hasta Sudamérica, recorren entre 10.000 a 12.000 kilometros en aproximadamente dos meses. Durante las migraciones, estas águilas sólo planean utilizando las corrientes de aire y no se detienen para alimentarse, únicamente para descansar, con lo que evitan el aleteo que implica el gasto energético. En Colombia esta especie recibe el nombre de águila cuaresmera porque justo llegan al departamento del Tolima en época de cuaresma.
La Corporación Autónoma del Tolima (CORTOLIMA) inició labores de vigilancia en sectores como el Cañón del Combeimba y El Totumo, donde las aves llegan a descansar de su recorrido migratorio por todo el sur del continente.
Desde la vereda el cai, varios habitantes hicieron las denuncias mediante llamadas telefónicas ante Corpotolima porque dicen que escucharon disparos, al parecer de escopeta, donde cazadores furtivos hicieron detonaciones a las aves.
Jorge Cardozo, director de Cortolima, hizo un llamado “a los campesinos y presidentes de juntas de acción comunal que estén muy atentos, que divulguen que la cacería en el departamento del Tolima y todo el territorio colombiano está totalmente prohibido y constituye un hecho punible, por ello, en caso que las autoridades puedan capturar a algunos de estos cazadores les caerá todo el peso de la ley”.
@Cortolima rechaza la posible caza de las Águilas Cuaresmeras denunciada desde el cañón del Combeima. En las últimas horas se reporta el posible ataque de cazadores furtivos a un grupo de Águilas Cuaresmeras en el sector “Mirasol”, vereda "Cai" zona rural de Ibagué. pic.twitter.com/LGi680UZXg
— Cortolima (@Cortolima) 21 de marzo de 2018
Jorge Cardozo, director de Cortolima, hizo un llamado “a los campesinos y presidentes de juntas de acción comunal que estén muy atentos, que divulguen que la cacería en el departamento del Tolima y todo el territorio colombiano está totalmente prohibido y constituye un hecho punible, por ello, en caso que las autoridades puedan capturar a algunos de estos cazadores les caerá todo el peso de la ley”.
Cabe recordar que quienes practiquen esta actividad, incurrirán en una falta al artículo 328 del Código Penal, que declara ilícito el aprovechamiento de los recursos naturales renovables como la fauna. El delito estipula penas entre 4 y 10 años de prisión, además de multas hasta los 35 mil salarios mínimos diarios legales vigentes.
La caza de estos animales se debe a la falsa creencia de que su carne posee grandes cualidades afrodisíacas y de carácter curativo.
