Colombia, el tercer país con más muertes de ambientalistas en el mundo

Con 26 casos en el 2015, Colombia sólo es superada por Brasil y Filipinas. El año pasado se registraron 185 muertes de ambientalistas a nivel global.

Sólo hasta marzo de este año el mundo volvió a poner sus ojos en la situación de seguridad de los activistas y defensores del medio ambiente, cuando varios asesinos entraron a la fuerza a la casa de la líder hondureña, Berta Cáceres y la asesinaron después de la investigación que hizo de un cuestionado proyecto hidroeléctrico en su país.

Hoy la ONG Global Witness pone el dedo en la llaga y revela las que según ellos son las cifras más “preocupantes en homicidios a defensores de la tierra y el medio ambiente”. En el informe resaltan que durante 2015 fueron asesinadas más de tres personas cada semana, para un total de 185 crímenes.

El estudio titulado “Casa en la Sombra” y que fue conocido por Catorce6, tiene además un resultado más alarmante: Colombia es el tercer país con más asesinatos de líderes ambientalistas en el mundo, presentando 26 casos en 2016 y sólo sobrepasado por Brasil (50 muertes) y Filipinas (33 muertes), superando incluso a todos los países de África y Medio Oriente. El top 5 es completado por Perú y Nicaragua, ambos con 12 asesinatos.

Estas cifras revelan un retroceso grande si se tiene en cuenta que exponen un incremento del 59% en comparación con 2014, siendo los indígenas las principales víctimas con un total del 40% de los casos.

Al respecto Billy Kyte, líder de la campaña, en diálogo exclusivo con Catorce6 desde Reino Unido aseguró que el alto número de indígenas asesinados se presenta en Colombia Y Brasil especialmente en el área común de la Amazonía.

“El año pasado casi un 40% de las víctimas fueron indígenas sobre todo en Brasil y Colombia. En este último país, el mejor ejemplo es el de Fernando Salazar Calvo, de la Asociación de Mineros del Resguardo indígena de Cañamomo Lomaprieta Riosucio y Supía Caldas”, alega Kyte.

Por eso el líder ambientalista no duda en decir que 2015 fue el año más “mortífero” en toda la historia para los defensores de derechos ambientales y pidió a los gobiernos “proteger los defensores que están bajo amenaza e investigar los delitos, no sólo llevando a los autores ante la justicia, sino también solucionando los problemas subyacentes como la corrupción que se terminan relacionando con los asesinatos”.

Por supuesto, los crímenes están acompañados de un alto índice de impunidad en la mayoría de los casos, especialmente porque se presentan en zonas apartadas de cada país donde los sistemas policiales y de justicia llegan con mayor dificultad.