Reconocida empresa Holandesa trabaja en el diseño de la primera carretera construida con plástico de desecho de los océanos. Ubicada en la ciudad de Rotterdam, la empresa se encuentra ultimando detalles de análisis de material y espera comenzar a ejecutarlo a finales de 2017.
El proyecto se llama PlasticRoad y es una iniciativa de la empresa VolkerWessels, reconocida por trabajar en áreas como la construcción de carreteras y ferrocarriles, bienes raíces e ingeniería civil en general, que busca sustituir las carreteras de asfalto por carreteras fabricadas con plástico reciclado de los océanos, lo que sería un ejemplo de sostenibilidad para la industria de la construcción y para las ciudades.
La compañía explica que los residuos pláticos acumulados en el mar representan un gran problema para el planeta, y la construcción de carreteras de plástico ayudaría a solucionar los problemas de acumulación de residuos plásticos y también a evitar los millones de toneladas de CO2 que se emiten a la atmósfera debido a la producción y el tendido de asfalto.
La acumulación de plástico en los océanos ha puesto en riesgo a los ecosistemas marinos / Foto: Crédito volkerwessels.com
Rolf Mars, uno de los representantes de la compañia VolkerWessels, señaló que "el plástico ofrece todo tipo de ventajas en comparación con la construcción actual, tanto en el desarrollo de las carreteras como en su mantenimiento". La carretera podría tener una mayor resistencia a temperaturas en un rango de los -40º a los 80ºC, otra de las ventajas es que el plástico es un material más ligero que el asfalto, así que generaría menos presión al suelo.
Una de las mayores ventajas es el corto tiempo de instalación que se necesita, ya que los bloques son prefabricados y luego trasladados a la nueva carretera, así que se evitarían problemas de logística y tráfico por la construcción de vías que implique desvios o estancamiento de tráfico durante semanas o meses, el plástico es más duradero, más económico y necesita menos mantenimiento.
La novedosa idea sostenible podría ayudar a resolver muchos de los problemas de contaminación y a desarrollar ciudades más responsables con el medio ambiente. El plan es seguir trabajando en perfeccionar los materiales y empezar a instalar las primeras carreteras de plástico a finales de 2017.
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