Icopor, bolsas plásticas, zapatos viejos y hasta juguetes llegaron con las lluvias a la playa de Santa Marta, donde las aguas de los arroyos, que desembocan en el mar, arrojaron toda clase de productos que de inmediato empezaron a ser recogidos.

Una escena similar, pero de arrastre, quedó evidenciada en el río Manzanares, el cual movilizaba como barquitos de papel hasta los televisores que la comunidad arrojó en tiempo de sequía al río y que ahora, con las lluvias, salen a flote para terminar en el mar.

Las autoridades de la ciudad hicieron un llamado al civismo para que cese el arrojo de basuras a ríos y arroyos, pues estos resultan depositados en las desembocaduras, lo que genera contaminación en las cuencas.

 

Fotogramas tomados de video cortesía de Primera Brigada del Ejército