Mangles de la Ciénaga Grande se mueren como en los años 80

Ramas de madera seca, frágil y de tono blancuzco sobresalen en el paisaje de lo que debería ser un panorama verdoso de bosque manglar en los bordes interiores de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

La escena recuerda a los habitantes de los pueblos palafitos de la zona lo que se vivió en la década de los 80, cuando se registró una mortandad que arrasó con cerca de 30 mil hectáreas. “La de ahora es una situación dramática sin precedentes”, apunta Carlos Francisco Diazgranados, director de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena -Corpamag-.

De acuerdo con Sandra Villardy, bióloga y docente de la Universidad del Magdalena, el agua está hipersalinizada, pues las concentraciones de unidades salinas alcanzan los 80 puntos, cuando el mínimo debería estar en los 30, situación que estaría causando la mortandad.

“Estamos viendo una crisis que lleva más de un año. Los pescadores no tienen qué comer. Hay lugares sin oxígeno disuelto. Ellos hablan que esto les recuerda lo de los ochenta”, apunta Villardy, para quien es urgente la intervención de las autoridades ambientales para evitar una nueva pérdida de la capa vegetal, pues de las 51 mil hectáreas originales de bosque manglar de la Ciénaga, a 2013 había 39.569, según registros del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar).

Diazgranados señala que una causa importante de lo que sucede reposa en los fenómenos de variabilidad climática que se están presentando. Dice que para recuperar la zona es necesaria la inversión de un alto presupuesto, que no tiene la corporación, para lo que están gestionando recursos ante el Gobierno Nacional, pues indica que lo recaudado por la sobretasa ambiental del peaje de Tasajera “es muy moderado”.

Además, destaca que están a esperas de la entrega de un Plan de Manejo Ambiental por parte del Ministerio de Ambiente, para poder establecer una línea de acciones en pro de la recuperación de este ecosistema Ramsar.