En las últimas horas diferentes organizaciones han recordado que el nuevo director de la EPA se alió en el pasado con abogados y empresarios para perseguir activistas ambientales, se manifestó en favor de su estigmatizacion, insistió en poner en dudas la ciencia sobre el cambio climatico y demandó al gobierno federal por las normas ambientales adoptadas por el Presidente Obama.
Cada nombramiento que hace el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dentro de su gabinete, genera una polémica mayor al anterior. Hace menos de 5 días que anunció al fiscal federal Scott Pruitt, como director de la EPA que es la máxima autoridad ambiental de ese país y desde entonces no han parado de lloverle críticas.
Scott Pruitt. / Foto: Commondreams.org
Primero se reencaucharon varias publicaciones de Pruitt en las que abiertamente critica las pruebas del cambio climático que atraviesa el mundo y de las cuales es gran responsable su país. En un artículo que publicó en el medio conservador ‘National Review’ se fue lanza en ristre contra la política ambiental del Gobierno Obama y sostuvo literalmente que “la ciencia sobre el cambio climático está lejos de ser resuelta” y que aún muchos investigadores dudan del calentamiento global.
En una lista de trinos Priutt dijo que muchos científicos que dudan de los efectos de los contaminantes estaban siendo estigmatizados y judicializados y que lo mismo debía ocurrir con los defensores del medio ambiente por alarmistas.
Y es que el actuar de Pruitt ha ido mucho más allá de trinos y publicaciones en revistas conservadoras. En 2005 demandó el plan de Energía Limpia que lanzó el hoy saliente presidente Barck Obama que ponía límites de emisiones de CO2 a cada uno de los estados, un plan que busca reducir en más de 30% las emisiones para el 2020. Lo paradójico es que la acción judicial la presentó contra la EPA, es decir contra la entidad que comenzará a dirigir en un mes.
Pero además, diferentes organizaciones ambientalistas con sede en Estados Unidos han recordado una investigación del New York Times de 2014 en la cual se revelaban varios correos que demostraban que Pruitt como fiscal se alió con varios abogados republicanos y con lobistas de empresas como Devon Energy para interponer acciones judiciales contra activistas, al Ministerio del Interior e incluso a la Presidencia Obama por las regulaciones estatales en materia de emisiones.
