Por: Jorge Alberto Sánchez Espinosa, Ph.D
Presidente de la Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo 2015-2016 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
El catastro en Colombia se viene realizando desde el año de 1940, cuando el Gobierno Nacional decidió adscribirle al Instituto Geográfico Agustín Codazzi el levantamiento del Catastro de todo el territorio, en 1961 para su formación se instituyó en ese entonces, un cuerpo especial de peritos integrado por profesionales especialmente entrenados y desde el año de 1965 se implementa el concepto relacionado con el catastro jurídico-fiscal y físico, que pretende desde entonces utilizar “documentos cartográficos y agrológicos” que permitan la medida de áreas, estudios de suelos y planos de conjunto en la identificación predial, lo que hoy lo definiría como un catastro técnico por que en las actuales circunstancias y dado el alto desarrollo tecnológico de la cartografía conocida hoy como la ciencia de la “Geomática”, tiene que basarse en estrictas especificaciones técnicas que permitan precisión en las áreas de los predios y así mismo, en los estudios de suelos, dado que metodológicamente se incluye lo que se denominan las áreas homogéneas geoeconómicas y las áreas homogéneas de tierras, que para su definición requieren como soporte los estudios de suelos o levantamientos de suelos, esto quiere decir sencillamente que el catastro en Colombia no se hace a mano alzada, sino basado en conceptos técnicos y científicos enmarcados en las ciencias cartográficas, geomáticas, de suelos y conexas, como la geología, la geomorfología y la climatología.
Esto tiene un significado muy importante en Colombia, porque se da inicio desde esa época a una verdadera revolución de la información geográfica, como una segunda o tercera expedición botánica, que en el tema de suelos ya se cuenta con el ciento por ciento del territorio del país con estudios generales y se avanza en los estudios de suelos a escalas semidetalladas y detalladas.
Para solucionar la realidad en este momento de la desactualización del catastro rural, el Plan de Desarrollo aprobado por el Congreso de la República, en su artículo 85 relacionado con la naturaleza y organización de la gestión catastral, dice así: “La gestión catastral será prestada por: 1) Una autoridad catastral nacional que regulará la gestión catastral, y estará a cargo del Instituto Geográfico Agustín Codazzi - IGAC; 2) Por gestores catastrales, encargados de adelantar la formación, actualización, conservación y difusión catastral, así como los procedimientos del enfoque catastral multipropósito adoptados para el efecto; y 3) Por operadores catastrales, quienes desarrollarán labores operativas relativas a la gestión catastral”.
Es difícil comprender esto, porque sí la gestión entendida como el hacer, ejecutar, realizar, a duras penas la tiene el IGAC en lo concerniente a la formación, actualización y conservación catastral, ahora se le agrega el de regular la gestión catastral?, es decir, regular a los gestores catastrales que serán entidades públicas nacionales o territoriales del estado y ¿quienes son o serán los operadores catastrales?, empresas privadas de los grandes grupos financieros en Colombia? o pequeñas firmas particulares de consultoría? o agencias del estado?, que serán los encargados de desarrollar las labores operativas, porque de lo que sí estoy seguro, es que para realizar esta labor, se requiere musculo financiero y máxime cuando en nuestro territorio predomina la complejidad sobre la simplicidad, ya que la realidad geográfica del país desborda cualquier aproximación y fijar límites y tiempos es un poco desconocerla.
La situación es compleja y preocupante, porque no nos digamos mentiras, la politiquería y la corrupción permea todos los estamentos del estado, será que se mantendrán los estándares regulatorios para el “hacer o gestión” de estos estudios técnicos del IGAC para su valoración predial? o serán amañados para favorecimientos a determinados fines de grupos o particulares?, y de lo que estamos hablando aquí es de “catastro multipropósito”, que es mucho más costoso que una formación o actualización convencional, ya los quisiera ver haciendo catastro multipropósito en la Colombia rural y profunda, donde el único medio de transporte es la mula o por vía fluvial o a pata porque ni camino para mulas hay o en época de la “niña” que puede llegar a durar hasta dos años.
Hago un llamado a la sensatez, por que la solución pasa por escalar la institucionalidad del estado, por el fortalecimiento técnico y científico del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, en recursos humanos capacitados y tecnológicos, porque es patrimonio de los colombianos y evitar soluciones desde afuera y más bien buscar soluciones desde adentro y por entender que el catastro no es un programa de gobierno, ya que es una verdadera POLÍTICA DE ESTADO.