“Como el pequeño patio para su corazón, el que cualquier persona quisiera tener y conservar” describe José Rodrigo Castaño Díaz la reserva que se empeñó en recuperar desde 1990, cuando recibió una herencia familiar de 120 hectáreas. Y aunque algunos consideraban ese acto como “un desperdicio”, él insistió. Se demoró siete años para reunir en una sola escritura a su nombre el 90 por ciento del predio de su abuelo, un total de 900 hectáreas que hoy son lo que se conoce como el Bosque de Niebla Guanacas, a 3.200 metros sobre el nivel del mar, en Santa Rosa de Osos, Antioquia. Esta reserva es colindante con predios (800 ha) que el municipio de Santa Rosa de Osos compró para proteger sus aguas y con la fundación han hecho una buena alianza en el cuidado de esta zona.