El gigante asiático implementará novedosas estrategias ambientales para cumplir con la meta de reducción de emisiones, anunciada en el Acuerdo de París.
A partir del 2019, Singapur, la pequeña isla que es a su vez una ciudad-estado, lanzará oficialmente el uso de impuestos de carbono. El anunció lo hizo el Ministro de Finanzas Heng Swee Keat ante el parlamento, como parte de su discurso referente al presupuesto para 2017. Adicionalmente, el ministro anunció dos nuevos esquemas para incentivar el uso de transporte sostenible a lo largo del país.
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El impuesto busca controlar a los grandes emisores de gases de efecto invernadero como estaciones eléctricas y emisores directos, más que a pequeños usuarios y la cifra a cobrar se estima en unos 10 ó 20 dólares por tonelada de emisiones. El gobierno de Singapur ya se encuentra iniciando consultas públicas, especialmente con industrias, para poder fijar el valor final, el cronograma de implementación del impuesto y las medidas que facilitarán la transición. Esta medida buscará ayudar a Singapur a lograr el compromiso adquirido bajo el Acuerdo de París, donde se estableció que para el 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero deberán estar un 36% por debajo de los niveles reportados en el 2005.
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En cuanto a los esquemas para incentivar el uso de transporte sostenible, la primera propuesta es cambiar el modelo actual de impuestos a los vehículos que funcionan con diesel, a uno basado en el volumen y no en una cifra fija anual, para así poder desincentivar progresivamente el consumo de este combustible.
En segundo lugar, el actual esquema de emisiones vehiculares será actualizado desde enero del 2018 para incluir 4 contaminantes extra por encima del dióxido de carbono y así incentivar el uso de vehículos con bajo nivel de emisiones. Finalmente, el programa del gobierno que incentivaba económicamente el reemplazo de vehículos diesel antiguos y contaminantes, por uno más nuevo y de mejor tecnología, como por ejemplo pasar de un Euro II ó Euro III a un Euro IV, será extendido hasta el 2019 gracias a la gran acogida que ha tenido en el país, pues cerca de 27.000 usuarios decidieron reemplazar sus vehículo por uno más moderno.
