Viernes, 19 Abril 2024

Por David Osorio

En diciembre del 2014 se realizará la Vigésima Conferencia de las Partes (COP 20), que tendrá especial importancia debido a que los países miembros están negociando el nuevo acuerdo de cambio climático, que reemplazaría al Protocolo de Kioto. Hasta la fecha, este ha sido el principal mecanismo de implementación de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). El nuevo acuerdo entraría en vigor en el 2020.

Para la COP 20 se espera que los países desarrollados y en desarrollo lleguen a un acuerdo sobre los elementos que harán parte del nuevo instrumento y sobre la información que deberá proveer cada país de acuerdo con lo que se haya comprometido.

Laura Arciniegas, asesora de la Oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, explica que “desde 2012 Colombia negocia formalmente como parte de los países de la Alianza Independiente de Latinoamérica y el Caribe (Ailac), conformada por Perú, Chile, Guatemala, Costa Rica, Panamá y Colombia. Estos seis países tienen posiciones similares y el objetivo en la COP 20 es buscar consensos para avanzar en las negociaciones hacia un acuerdo frente al cambio climático que sea jurídicamente vinculante y lo suficientemente ambicioso”.

Hasta la fecha, la Ailac ha liderado una visión proactiva en las negociaciones, con lo que ha logrado captar la atención internacional al representar países que, si bien no son desarrollados, son conscientes de que el cambio climático requiere de acciones conjuntas.

Además de que Colombia espera negociar de forma conjunta como miembro de la Ailac, como Parte individual tiene otras iniciativas para poner sobre la mesa. En particular, el país “buscará propuestas que contribuyan a los esfuerzos que se han emprendido a nivel nacional en los últimos años”, asegura Arciniegas.

Entre estos esfuerzos cabe destacar la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC), que inició en 2012 y se ha convertido en un ejemplo internacional sobre cómo reducir o evitar emisiones de gases efecto invernadero, contribuyendo a su vez con el crecimiento económico de los sectores. Según Arciniegas, “la ECDBC ha logrado la consolidación de siete planes de acción sectoriales para transporte, minas, energía eléctrica, hidrocarburos, vivienda, residuos e industria y ha hecho evidente la importancia de trabajar con los sectores frente a un tema que compete a todos”.

Otras propuestas son la formulación del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), que facilitará la toma de decisiones en los territorios y regiones; el fortalecimiento de alianzas estratégicas orientadas a evitar la deforestación y degradación de los bosques; la definición de las formas de financiamiento que faciliten la cooperación para el desarrollo, y la transferencia de tecnologías.

“Actualmente, el Gobierno está estructurando la Estrategia Nacional para la Reducción de la Deforestación y Degradación de los Bosques e iniciará la implementación de la iniciativa Visión Amazonía, la cual busca llevar un desarrollo sostenible a esta región, en donde se logre establecer una economía verde que reduzca la deforestación, preserve la biodiversidad y contemple el territorio de las comunidades y culturas indígenas”, señala.

Estas acciones y lineamientos han estado guiados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que propuso Colombia en Río+20, que sumados al nuevo acuerdo de cambio climático —el cual se negociará en las próximas dos Conferencias de las Partes— integrarán la nueva agenda de desarrollo.

“Formalmente, los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un proceso aparte a la COP 20. Sin embargo, se está tratando de poner un objetivo concreto de cambio climático en los Objetivos del Milenio y de generar las sinergias necesarias entre los dos”, asegura Claudia Martínez, representante de la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN) para Colombia.

En vista de que las negociaciones sobre cambio climático son transversales al desarrollo económico y social, la COP 20 también se convierte en una prioridad para alcanzar distintas metas relacionadas con la pobreza, la seguridad alimentaria y la biodiversidad. “Finalmente, el desarrollo compatible con el clima tiene que ver con los Objetivos del Milenio de manera transversal”, puntualiza Martínez.

Este informe fue realizado gracias al apoyo de Alianza Clima y Desarrollo – CDKN, en el marco del Fondo Periodístico de Desarrollo Compatible con el Clima.

0
0
0
s2smodern

Editorial

Publirreportaje
Publirreportaje